NotCo surgió el año 2015 en Chile, de la mano de sus fundadores originales, Matías Muchnick, Karim Pichara y Pablo Zamora. Desde entonces, se ha transformado en una de las compañías líderes en la tecnología de alimentos a nivel mundial, al combinar tecnología con el desarrollo de alimentos de origen vegetal.
Todo tuvo su origen en sus primeras instalaciones en Quilín. En este espacio pudieron realizar los primeros experimentos y creaciones, que sentaron las bases de lo que es NotCo en la actualidad.
De hecho, fue ahí donde se originó lo que hoy es Giuseppe, el chef creado a partir de la inteligencia artificial. Este sistema trabaja mediante algoritmos que le permiten imitar la textura y sabor de productos de origen animal, pero confeccionados a partir de ingredientes vegetales.
Hoy la compañía mantiene presencia y vende sus productos en otras partes del mundo, como Estados Unidos y Argentina. En su camino fue creciendo, con rondas de inversiones que la convirtieron en ‘Unicornio’ al superar la valorización de US$1.000 millones. También firmó acuerdos con compañías como Kraft-Heinz.
Es por este motivo que hace un tiempo se construyó una nueva área de trabajo, mucho más grande, que posee un completo laboratorio que permite imaginar, experimentar y perfeccionar los productos de NotCo.
Quilín: El corazón de los inicios de NotCo
Las raíces de NotCo se encuentran en Quilín, a unos metros de sus actuales instalaciones, que cuentan con los laboratorios y zonas de trabajo del equipo de la compañía.
Al ingresar está uno de los primeros laboratorios, en el que se probaron fórmulas y realizaron experimentos que llevaron a la materialización de productos como la NotMayo. A partir de eso, “Giuseppe” ha incrementado y desarrollado aún más su potencial.
Actualmente, en este recinto funciona el área de calidad. En el espacio se puede observar diferentes palabras con sus significados. Entre ellos, “Muditā”, junto con su explicación en inglés, que guarda relación con la alegría por la felicidad de los otros. Según comentan en NotCo, estas expresiones sirven como inspiración para todo el equipo.

Sin embargo, con el tiempo se hizo necesario un traslado a un nuevo sector, más amplio y compartiendo espacio común con otras áreas. Esto contribuye a fortalecer el trabajo interdisciplinario.
Rodrigo Contreras, Manager of Research de NotCo, explica que este espacio “nos da visibilidad, porque todo eso que hacemos, que un poco back office, tratamos que la ciencia sea cercana para nuestros colaboradores”.
El lugar luce los premios que la compañía ha obtenido desde sus inicios, como los galardones por “Producto del Año” en 2022, y murales donde se representa la historia de NotCo y el desafío de humanos y tecnología trabajando en conjunto.
También aparecen los fundadores y parte del equipo de la foodtech, junto con destacados inversionistas como el piloto de la Fórmula 1 Lewis Hamilton; el ex tenista Roger Federer y Jeff Bezos, fundador de Amazon.
“Sensory” es una novedosa área, donde se invita a personas que no han probado nunca los productos de NotCo a que evalúen las creaciones. Los invitados deben sentarse en unos cubículos donde se les entregan los alimentos para que opinen acerca de su textura y sabor. Esto sirve como feedback para mejorar los procuctos.
El fruto de las rondas de inversión, ventas y maduración de la compañía
En el nuevo laboratorio de NotCo —se habilitó en tiempos de pandemia— se realizan los experimentos y pruebas de alimentos. Un área que se mantiene bajo siete llaves con el objetivo de no revelar los secretos de las recetas de sus productos. Por lo mismo, no se permite grabar ni tomar fotografías.
Este espacio se compone de distintas salas en las que conviven la investigación científica con el desarrollo de productos. Ambos trabajan en conjunto por medio de la inteligencia artificial.

Parte de las áreas que tiene el NotLab son la sala química, donde se evalúan los compuestos de los productos; la sala de pruebas, donde se comienza a testear las creaciones; y la sala de nutrición, que se encarga de evaluar los componentes junto con el proceso de digestión en el cuerpo humano.
Rodrigo Contreras comentó que fue un desafío el desarrollo de este espacio, sobre todo por el alza de costo de los instrumentos. “Las rondas de inversión, las ventas y la maduración de la compañía permitieron que se hicieran inversiones en ciencia. Yo creo que en Latinoamérica debe ser la única compañía que tiene este nivel de investigación”, aseguró.
Gran parte del mérito lo tiene Giuseppe —quien pasó de ser un “chef” de inteligencia artificial a uno “científico”— por la gran cantidad de cosas que puede hacer.
“Algo que es muy inusual, porque en el algoritmo conviven lo culinario y los atributos, con las mediciones que permiten identificar la base de los atributos. La verdad es que eso hace que el sistema sea muy enriquecido”, señaló Contreras.