La reciente difusión de noticias sobre una empresa que ofrece criptomonedas a cambio del escaneo del iris ha avivado un debate que aborda tanto la privacidad como los potenciales riesgos para la salud ocular, sobre todo ante el auge de empresas como WorldCoin.
El escaneo del iris en intercambio por criptomonedas implica el uso de tecnología de reconocimiento ocular para autenticar la identidad de los individuos, quienes reciben una compensación en criptomonedas por este servicio.
Sin embargo, este proceso ha suscitado inquietudes en cuanto a la protección de datos biométricos y la invasión a la privacidad de las personas, ya que puede ser considerado una forma intrusiva de recopilación de información personal.
Al escanear el iris, se capturan detalles únicos como la forma y disposición de las fibras, así como los patrones y colores presentes en el iris. Con esta información, se puede crear un perfil de la persona que puede ser utilizado para verificar su identidad en diferentes contextos, como en sistemas de seguridad de acceso a edificios, control de fronteras, identificación biométrica en aeropuertos, entre otros.
¿Existen riesgos al escanear el iris?
El Dr. Eusebio García, Director Médico de Clínica Oftalmológica Providencia (COP), indicó que por lo general es un procedimiento seguro y no invasivo, ya que se lleva a cabo mediante una cámara especial que captura imágenes sin necesidad de contacto físico con el ojo.
Sin embargo, señaló que es importante asegurarse que el dispositivo cuente con los estándares de seguridad y calidad necesarios para este tipo de procedimientos, pero en caso de que se encuentre algún tipo de molestia durante el escaneo se recomienda detener el proceso y consultar con un oftalmólogo.
Asimismo, destacó que es importante considerar que todo dispositivo destinado al escaneo del iris debe cumplir con la normativa de seguridad ocular internacional, emitir niveles seguros de radiación y no causar daño a los ojos del usuario durante el proceso.
Además, es necesario utilizar medidas de protección, como filtros de luz y protecciones físicas, y contar con mecanismos de autoajuste para adaptarse a la distancia y al ángulo de visión de los ojos del usuario, con el fin de evitar molestias y prevenir lesiones.
