Según la última encuesta Cadem, 7 de cada 10 chilenos tiene deudas, y la mayoría utiliza gran parte de sus ingresos para pagarlas. Sólo un 35% de quienes están endeudados declaró destinar entre el 40% y 80% de su dinero disponible mensual para estos fines, cifras que de todas formas superan lo recomendado por los expertos, quienes aconsejan que este no supere el 30% de los ingresos mensuales.
A esto se le suma un estudio publicado por los académicos Daniel Hojman, Álvaro Miranda y Jaime Ruiz-Tagle de 2016, en el cual se concluyó que existe una relación entre la depresión y un estado de sobreendeudamiento. En el mismo análisis, se evidenció que al disminuir el nivel de deuda, los síntomas depresivos también lo hacen.
Ante este panorama, Rosario Berríos, jefa del equipo de Psicología de Lummy, una starturp chilena dedicada al cuidado de la salud mental e integrante del Centro Nuevo Norte Psicoterapia, compartió una serie de recomendaciones para ayudar a manejar la ansiedad financiera:
Recomendaciones para reducir el impacto de las deudas en el bienestar mental
- Evita el pánico informativo: Si bien estar informado es crucial, Berríos sugirió mantener cierta distancia del sensacionalismo mediático. El consumo excesivo de noticias puede intensificar la ansiedad y llevar a decisiones apresuradas.
- Autoevaluación y búsqueda de ayuda: Durante épocas económicas difíciles, es común que las personas busquen aliviar el estrés mediante comportamientos perjudiciales, como el tabaquismo, el consumo de alcohol, entre otros. También es posible que surjan más conflictos y discusiones en las relaciones. Si todas estas acciones de intensifican, puede ser el momento de buscar apoyo profesional.
- Planificación y compromiso: Revisar y entender la situación financiera personal puede ser un excelente primer paso para reducir la ansiedad. Documentar planes y metas ayuda a clarificar la situación y comprometerse con el camino hacia una solución.
- Enfocarse en el crecimiento: La jefa del equipo de Psicología de Lummy señaló que, a pesar de las dificultades, estos momentos pueden ofrecer la posibilidad de evaluar tu situación actual y realizar ajustes importantes.”Piensa en cómo los desafíos económicos pueden motivarte a encontrar formas saludables de gestionar el estrés. Cenar en casa para ahorrar dinero, o aprender nuevas habilidades a través de cursos patrocinados por el estado o de bajo costo, pueden ayudarte a mejorar tu situación financiera y profesional”, indicó.
- Buscar asesoría profesional: Los servicios de asesoría crediticia y planificación financiera están disponibles para ayudarte a tomar el control de tu situación económica. Si el estrés persiste, considera hablar con un psicólogo para abordar las emociones relacionadas con tus preocupaciones financieras, manejar el estrés y cambiar conductas perjudiciales.
