Desde el fin de semana pasado, se ha detectado la presencia de una gran cantidad de aves migratorias que sobrevuelan en los alrededores del Aeropuerto de Santiago, en la comuna de Pudahuel.
Por esta razón, como medida de seguridad y para resguardar tanto las operaciones de los aviones, como de los pasajeros y la carga, han sido varios vuelos los que han sufrido modificaciones en sus itinerarios. Se trata de un fenómeno que se repite con más frecuencia en los meses de abril, septiembre y octubre de cada año.
En muchos casos, hay vuelos que deben aterrizar en el principal terminal aéreo del país y que -ante la imposibilidad de poder hacerlo- terminan sobrevolando en círculos las comunas de Colina, Los Andes, San Felipe y sus alrededores. En el peor de los casos, las aeronaves terminan siendo desviadas a Mendoza, como fue el caso de tres vuelos provenientes desde Madrid durante los últimos días.
A partir de esto último, la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) tomó la determinación de publicar una Notificación Aeronáutica (NOTAM), mediante la cual se dio a conocer la situación y los riesgos que implica, como poner en peligro los vuelos en el aeropuerto. De esta manera, aerolíneas y sus tripulaciones lo tienen en cuenta durante los procedimientos de despegue y aterrizaje.
Las medidas tomadas por la DGAC ante la congestión aviar
Consultados por Chócale, desde la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) se limitaron a replicar una segunda declaración que habían publicado en su sitio web. “La presencia de aves migratorias locales en el Aeropuerto Arturo Merino Benítez es un evento temporal, propio del comportamiento de la fauna silvestre y que se puede concentrar en ciertas horas del día. Según su intensidad, este evento podría mantenerse por algunas semanas. Es una problemática que comúnmente enfrentan los aeropuertos, que afecta tanto a los pasajeros, a la industria de la aviación y, por qué no decirlo, también a la vida animal”, señalaron.
En el organismo explicaron que se aplican técnicas preventivas para mitigar el posible riesgo de impacto de aves con una aeronave. “Estos procedimientos, pueden dar paso a la emisión de las alertas e incluso a suspender las operaciones aéreas si es que las circunstancias así lo ameritan, por ejemplo, ante una migración con presencia moderada o severa de aves”, mencionó la DGAC.
Dada la situación, señalaron que es clave llevar a cabo una evaluación permanente. De hecho, este miércoles se reunió el Comité Local de Fauna del Aeropuerto Arturo Merino Benítez, a la cual asistieron una serie de especialistas, entre los cuales estuvieron representantes técnicos del Servicio Agrícola Ganadero (SAG). El objetivo fue analizar el comportamiento de las aves y tomar las medidas necesarias.
Finalmente, desde la entidad aseguraron que “continuaremos aplicando los procedimientos, las técnicas y realizando las coordinaciones que nos permitan actuar preventivamente, en conjunto con las empresas, para gestionar la seguridad de las operaciones ante este tipo de eventos”.
Pese a ser consultados, en la DGAC no se refirieron a los basurales en las cercanías del aeropuerto como una de las causas de la masiva presencia de aves. Sin embargo, diversas fuentes de la industria coinciden en que se trataría de un factor que termina agravando el fenómeno.
En efecto, en la última década la comuna de Pudahuel ha estado entre las que tienen mayor números de vertederos ilegales en la Región Metropolitana. Son varios los catastros los que dan cuenta de la existencia de de estos recintos en los alrededores del aeropuerto en los últimos años. La DGAC, en conjunto con la Municipalidad de Pudahuel, Carabineros y la Seremi de Salud RM realizan operativos periódicos con el fin de erradicarlos, en acciones que terminan incluso con camiones requisados.
Repercusiones y riesgos que implica este tipo de situaciones
Sobre las repercusiones que trae para las operaciones de las aerolíneas la presencia masiva de las aves, Ricardo Delpiano, analista de aviación y director de Aero-Naves.com, indicó que “dirigirse a un aeropuerto de alternativa en caso de no poder aterrizar en el destino es un procedimiento contemplado en todas las operaciones aéreas cuando las condiciones para el aterrizaje son adversas. El objetivo es resguardar la seguridad que es la prioridad número uno”.
Respecto a lo anterior, el experto añadió que aplicar dicho método implica demoras en el funcionamiento de los vuelos, ya que el desvío a un terminal alternativo no está contemplado en el itinerario del viaje que se informa al pasajero. Por ello, los viajeros verán una demora a la llegada y en el caso de que un vuelo retorne de manera inmediata, se produce un retraso en la salida.
“Además de atrasar la llegada del vuelo y la salida del siguiente, afecta la disponibilidad del avión para cubrir otras rutas, lo que genera una cadena de retrasos en toda la operación, cuya repercusión dependerá de si la línea aérea tiene otras aeronaves y tripulación para cubrir el resto de los vuelos que realiza. Si una compañía cuenta con pocos aviones y muchos vuelos, es posible que la ejecución se vea seriamente afectada”, declaró Delpiano.
Adicionalmente, el analista señaló que con las demoras también se ven perjudicadas las conexiones que tienen que hacer los pasajeros, quienes necesitarán ser reubicados, lo cual, a su vez, significa costos para la líneas aéreas.
Al mismo tiempo, Ricardo Delpiano se refirió a los peligros que se intenta evadir al priorizar la seguridad de las personas en este tipo de circunstancias.
Foto: Greg L en Flickr, reproducido por Wikipedia con licencia CC-BY
“Entre los riesgos que se busca evitar está el impacto de las aves contra la aeronave o sus motores. Aunque cueste creer, un choque de un ave contra el motor, el parabrisas o el fuselaje, es posible que ponga en riesgo la seguridad del vuelo. El caso del vuelo de US Airways US1549 que termina en el río Hudson de Nueva York en 2009. Es un ejemplo del daño que pueden producir el impacto de un ave con el avión”, explicó Delpiano.
