Los océanos del planeta se han convertido en un vertedero global donde se desechan más de 14 millones de toneladas de plásticos, siendo el 80% de la basura en el mar. Esta situación afecta a miles de animales y posiblemente a los seres humanos, quienes podrían estar consumiendo plástico todos los días.
Frente a este escenario, los hermanos Emilio, Juan Ignacio y Felipe Marisio, junto a la empresa Sinthesi, decidieron crear BLUE, el primer interruptor sustentable de Chile fabricado con redes de pesca recicladas de la Patagonia.
Este producto, que combina innovación y economía circular, no fue fácil de desarrollar. Los jóvenes empresarios tuvieron que superar varios desafíos para lograr un producto de alta calidad y con las certificaciones necesarias.
Tras un prelanzamiento en Pichilemu, BLUE se prepara para ser comercializado y vendido en el retail y a través de ventas online. Desde Sinthesi esperan potenciar la venta por internet, un canal cada vez más importante para consumidores y empresas. Además, la empresa está en conversaciones con Perú, donde las constructoras e inmobiliarias están incentivadas a utilizar materiales sustentables en sus proyectos.
El proceso de fabricar un interruptor con redes de pesca recicladas
“El primer proceso lo realiza ‘Atando Cabos’, una Clean Tech Company que desarrolla soluciones tecnológicas colaborativas para convertir desechos plásticos masivos en nuevas materias primas y productos”, cuenta Emilio Marisio, gerente comercial de Blue de Sinthesi.
Una vez en Santiago, las redes de nylon son limpiadas nuevamente y pasan por un proceso de trituración y peletización.
Luego, se envasan y se envían a los distintos socios de Sinthesi para convertir este plástico reciclado en un nuevo producto. Juan Ignacio Marisio, gerente de Fábrica de Blue, señala que este proceso fue muy complejo y requirió de cambios en moldes, mezclas de inyección, nuevas certificaciones y el uso de pinturas al agua y bolsas de empaque compostables, entre otras cosas. “La complejidad fue alta, ya que fue todo un desafío usar esta materia prima en nuestro proceso de inyección”, asegura.
El material reciclado llega a la fábrica Sinthesi, donde pasa por un proceso de secado y deshumidificación antes de ser introducido en máquinas inyectoras para fabricar las distintas piezas que componen los interruptores BLUE. Luego, las piezas son pintadas y secadas en hornos especiales, antes de pasar al departamento de armaduría y control de calidad. El producto final es certificado mensualmente por el CESME.

Los próximos pasos para Blue
Felipe Marisio, gerente de Finanzas de Sinthesi, afirmó que “la recepción ha sido muy buena, y las personas y empresas muestran un gran interés al ver el producto final y enterarse de todo el proceso que ha tenido antes de convertirse en un enchufe. Se sorprenden de que esta basura dañina para el medioambiente, se pueda transformar en un producto de calidad que estará instalado en tu casa durante al menos 10 años”.
Por su parte, Juan Ignacio Marisio invitó a otros fabricantes y empresas a sumarse a este tipo de proyectos que promueven la innovación, el cuidado del medioambiente y el cambio cultural en la industria, aportando una nueva dimensión a sus negocios.
“Creemos que el futuro está en proyectos como este, que combinan innovación, cambios culturales dentro de la empresa y cuidado al medioambiente. Esto le da un valor añadido a lo que hacemos, quizás menos tangible, pero que nos llena de satisfacción al final del día. Como fabricantes y empresa nacional, podemos hacer algo para cuidar nuestro planeta, y la invitación es a que más empresas se sumen, replanteando sus modelos de fabricación para generar un impacto positivo en el medio ambiente. Juntos, podemos hacer crecer la solución”, agregó Juan Ignacio Marisio.