Sueño de la vivienda propia se vuelve cada vez más difícil para el segmento sub-35

Tasas altas y menor acceso a financiamiento configuran un escenario complejo para los jóvenes que buscan adquirir una vivienda propia.

La situación del mercado inmobiliario para las nuevas generaciones en Chile enfrenta desafíos sin precedentes. Cifras del Banco Central revelaron que, durante el 2023, las tasas de interés en UF para los préstamos hipotecarios aumentaron 77 puntos base, cerrando el año en 5,21%, alcanzando así un máximo histórico en los últimos 14 años.

Según Álvaro Acosta, director de finanzas corporativas de OpenBBK, la convergencia de diversas condiciones económicas y políticas ha llevado a una disminución significativa en el acceso a la vivienda, desencadenando una “tormenta perfecta” para los jóvenes que aspiran a ser propietarios de una casa o departamento.

Asimismo, el ejecutivo detalló como en el pasado era común que los bancos ofrecieran condiciones más favorables, como financiamiento total para la compra de propiedades e incluso incluir un auto nuevo en el mismo crédito hipotecario.

“Estas condiciones facilitaban enormemente la adquisición de la primera vivienda. Sin embargo, ahora los jóvenes con ingresos más bajos se encuentran en una situación casi imposible de ahorrar lo suficiente para el pago inicial que exigen los bancos, que puede llegar hasta un 20% o 30% del valor de la compra”, señaló.

Menor accesibilidad a créditos hipotecarios

Durante los últimos años se ha observado una disminución en la accesibilidad a financiamiento, especialmente para los segmentos etarios más jóvenes.

“Hemos visto una caída de casi un 50% en la adquisición de créditos hipotecarios por parte de personas de hasta 35 años en comparación con hace 10 años. Esto se debe a las condiciones más estrictas en cuanto a financiamiento, tasas más altas y plazos más cortos para los créditos“, indicó el director de finanzas.

Para acceder a un crédito hipotecario, hoy, según Acosta, los jóvenes deben demostrar ingresos mensuales fijos de al menos cuatro veces el valor del dividendo. “Esta cifra aumenta significativamente para aquellos con ingresos variables, lo que pone una barrera aún más alta para calificar para un crédito hipotecario”, explicó.

El especialista también resaltó cómo el pasado crecimiento económico de Chile, con un promedio anual del 5%, posicionó al país como un modelo de éxito en Latinoamérica. Pero la realidad actual dista mucho de aquel escenario, enfrentando escasez de inversión y notable inestabilidad.

Según Acosta las altas tasas de los créditos hipotecarios se deben a múltiples factores como el desembolso realizado por las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) durante la pandemia, que limitó la capacidad de financiamiento de los bancos; el bajo desempeño económico desde el segundo período presidencial de Michelle Bachelet, agravado por reformas y políticas contraproducentes; y el alto nivel de inflación en la economía norteamericana.

El aumento de la cesantía también juega un papel crucial en la evaluación financiera, ya que afecta la confianza de las instituciones financieras al evaluar la estabilidad laboral de los sujetos de crédito.


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