Este jueves fue la inauguración de la nueva zona de llegadas del Terminal Nacional (T1) del Aeropuerto de Santiago, un primer paso dentro del plan de modernización del recinto para vuelos domésticos y que se suma a la progresiva apertura del edificio para operaciones internacionales (T2), que culminó en 2022.
El proyecto, diseñado para manejar un flujo estimado de 20 millones de pasajeros en 2025, incluye la expansión y renovación integral del T1. Se destaca la construcción del nuevo edificio T1-A, que abarcará más de 17.000 metros cuadrados, ofreciendo ocho puertas de embarque adicionales, junto con una variedad de servicios y locales comerciales.
La ministra de Obras Públicas, Jessica López, señaló que “este recinto es un espacio fundamental para la economía, ya que por esta zona pasan miles de personas que viajan a trabajar a distintos puntos del país o que van a regiones a activar el turismo”.
La inversión total del proyecto alcanza los US$60 millones, con el propósito de mejorar la calidad de vida de las personas a lo largo de Chile.
La nueva área de arribos nacionales ofrece mejoras como el aumento de cintas de retiro de equipaje de seis a 12, una nueva zona de transporte oficial, tiendas adicionales, servicios mejorados, más iluminación y una señalización renovada. Esta actualización busca homologar la experiencia del pasajero con la del nuevo Terminal Internacional (T2), inaugurado el año pasado, explicó la cartera en un comunicado.
La remodelación ocurre cuando el edificio celebra 30 años desde su inauguración en 1994. El objetivo es igualar la calidad de la infraestructura con la del Terminal Internacional, incorporando superficie adicional, actualizaciones de tiendas y servicios, y un recambio estético.
Avances en la remodelación del Terminal Nacional del Aeropuerto de Santiago
Actualmente, la remodelación del T1 registra un avance del 24%. La inauguración de esta semana marca el inicio de la segunda etapa, que incluye la finalización de la construcción del edificio T1-A, con una inversión de US$35 millones. Inspirado en la costa central de Chile, se proyecta su entrega para inicios de septiembre de 2024.
Una vez completado, el Terminal Nacional ofrecerá 42 puertas de embarque y una superficie total de más de 130 mil metros cuadrados, con capacidad para aproximadamente 20 millones de pasajeros anuales.
Este progreso es parte del plan maestro de Nuevo Pudahuel —actual concesionario del recinto—, iniciado en 2015, con una inversión que supera los US$1.000 millones. Entre los avances ya alcanzados se encuentran el nuevo Terminal Internacional (T2), cuatro edificios públicos, dos bulevares, más de 7.000 estacionamientos, un centro de bodegaje, terminales de buses, y espacios adicionales como un teatro y una sala de eventos.
No obstante, persisten desafíos como la mejora en la experiencia de los pasajeros en el Aeropuerto de Santiago, donde existen responsabilidades tanto de actores públicos como privados: las demoras en la entrega de equipaje en la llegada, altos tiempos de espera en los servicios de migraciones a cargo de Policía de Investigaciones (PDI), y el mal mantenimiento y limpieza de las instalaciones, tanto nuevas como antiguas.
