Cambio de hora: Consejos para que no nos afecte al dormir

Especialista de la salud entrega algunas recomendaciones para evitar que el cambio de hora genere problemas en el sueño.
El cambio de hora puede afectar el sueño de las personas. Es por esto que los especialistas entregan algunas recomendaciones para enfrentar de buena forma el cambio.

Este sábado 2 de septiembre por la noche comienza a regir el horario de verano en Chile. Con este cambio de hora, se deben adelantar 60 minutos a los relojes, por lo que a las 23:59 horas pasarán a ser las 1:00 de la madrugada.

Este cambio de hora implicará que en las primeras semanas el atardecer y el amanecer sea más tarde, lo que afectará la rutina diaria. Incluso hay personas que les puede afectar al dormir, ya que durante las primeras jornadas se tiene la sensación de tener “una hora menos de sueño”.

Los efectos en la población dependerán de la edad y los hábitos que mantengan diariamente. Es por esto que algunos especialistas se rehúsan a las modificaciones horarias, debido a los problemas que puede generar.

“La evidencia científica establece que lo ideal es que no existan los cambios de hora, ya que provoca alteraciones en las personas y pueden presentar en ellas mayor irritabilidad, cansancio, alteración de memoria, falta de concentración, sueño, entre otras cosas”, comentó el doctor Roberto Arias, especialista del Centro del Sueño de la Clínica Indisa.

Por su parte, el psicólogo y académico de Postgrado de la Universidad Autónoma, Víctor Cabrera, explicó que “los niños y adultos mayores suelen resentir más los efectos de un cambio de hora, ya que son más vulnerables a los desajustes en sus rutinas y les cuesta más conciliar el sueño”.

Recomendaciones para que el cambio de hora no afecte el sueño

Las personas necesitan de un periodo de adaptación ante el cambio de hora y los principales afectados con esta medida son los niños y los adultos mayores.

“El cambio de horario afecta más a pequeños y adultos mayores por temas hormonales, por lo que se recomienda que se acuesten y se levanten un poco más temprano”, indicó el doctor Arias.

Por lo anterior, las personas deberían seguir algunas recomendaciones para evitar los efectos del cambio de hora en el sueño. En primer lugar, todos deberíamos tener una rutina antes de acostarnos y a la vez respetar los horarios de sueño, en donde se recomienda dormir alrededor de 8 horas por noche.

Otro de los consejos, para dormir bien luego del cambio de hora, incluye no comer grandes cantidades de alimento ni tomar alcohol, café o té antes de ir a dormir. Esto porque estos productos funcionan como estimulantes que dificulta a las personas poder conciliar el sueño.

Otra de las sugerencias son:

  • Evitar la luz artificial y de las pantallas de dispositivos durante la noche.
  • No hacer ejercicio físico demandante antes de ir a dormir.
  • Si no puedes quedarte dormido, se recomienda realizar alguna actividad relajante.

Víctor Cabrera de la Universidad Autonónoma llamó a pensar positivamente frente al cambio de hora, pues ayudará a escapar de un pensamiento más crítico respecto de este tema.

“El horario de verano trae beneficios como contar con más horas de luz que incentivan a realizar actividades recreativas y al aire libre, lo que permite reducir el estrés y mejorar nuestra salud física y mental”, dijo el especialista.

¿Qué hacer con los niños?

Respecto del impacto del cambio de hora en los niños, la enfermera pediátrica y académica de Medicina de la Universidad San Sebastián (USS), María Paz Del Río, recomienda tratar de mantener las rutinas de los niños para no alterar su sueño.

Si bien resultará poco posible hacer dormir a los niños exactamente en los mismos horarios que antes, la
sugerencia es que sigan durmiéndose en horarios similares.

Pero, ¿cómo afecta el cambio de horario a los niños? El principal factor es que el tiempo de exposición a la luz se extiende, lo que genera problemas con el horario para acostarse.

“Antes a las 20:00 cuando se acostaban ya estaba oscuro y ahora, lógicamente, a las 20:00 ya no lo va a estar. Esto puede causar confusión la primera semana o los primeros días. Generar diferencias en la rutina de acostarse puede generar que al día siguiente despierten con un poco más de sueño o que tengan en un comienzo dificultades de concentración, pero todo va a mejorar en la medida que se vuelvan a adecuar a esta nueva rutina”, explicó la académica.


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