Desde el pasado 1 de julio, todos los pagos de los contribuyentes en el Servicio de Impuestos Internos (SII) y la Tesorería General de la República (TGR) pasaron a ser procesados por Compraquí, la red de adquirencia perteneciente a BancoEstado. La medida puso fin a poco más de dos décadas de Transbank operando dicha solución.
Sin embargo, esta historia es un poco más larga y logramos recapitular parte de ella, tras una solicitud de documentos realizada por Ley de Transparencia.
La relación entre la Tesorería y Transbank data de un convenio firmado en marzo de 2001. Felipe Brahm ejercía como gerente general del (en ese entonces) único adquirente del país, mientras que Gianni Lambertini lideraba la TGR.
El acuerdo estableció que se podían recaudar tributos con las tarjetas de crédito Visa, Mastercard, Magna, American Express y Diners Club. Desde un principio se estableció que las transacciones no estarían afectas a comisión alguna.
“La ejecución de la labor que por el presente convenio se encomienda tiene (…) el carácter de gratuito y no dará derecho a cobrar comisión o remuneración de ninguna especie”, estableció el escrito. Esto es clave, porque la imposibilidad de mantener dicha condición —por decisión judicial— llevó a Transbank a dejar de ofrecer el servicio.
Más adelante, en mayo de 2002, se firmó un adendum al convenio. Su objetivo fue establecer un protocolo de devolución de dinero de los cargos rechazados por los titulares de los medios de pago. Casi cinco años más tarde, otra actualización al acuerdo estableció que la TGR no debía devolver los dineros de las transacciones desconocidas por los tarjetahabitentes.
“Transbank será en todo caso la única y exclusiva responsable de velar porque el pago de cualquier cantidad de dinero que se haga en virtud del Convenio a Tesorería sea bien hecho y por quien tenga legítimo derecho al uso de la tarjeta de crédito”, se determinó en esa ocasión. Además, se estableció que los usuarios debían recibir un trato justo y oportuno ante la ocurrencia de un fraude, con el compromiso de evitar que sus acciones o reclamos pudiesen alcanzar a la TGR.
En 2013 llegaron las tarjetas de débito
La forma de pagar evolucionó con el paso de los años, con el auge de las tarjetas de débito. Si bien la Tesorería Implementó botones de pago que se conectaban directamente con los bancos, aún faltaba el débito en los pagos a través de Webpay.
Por el lado de la Tesorería, firmó Sergio Frías Cervantes, tesorero entre 2011 y 2014; mientras que por Transbank firmó el gerente de la División Marketing y Estrategia, Ricardo Blumel —quien sigue en el cargo—, y Patricio Mujica, gerente comercial en ese entonces.
“Las partes convienen en complementar (el convenio), en el sentido de incorporar la mismo la aceptación por la TGR de un nuevo medio de pago (…) la incorporación de las Tarjetas de Débito operadas por Transbank. Tal aceptación se regirá por las disposiciones del convenio y sus documentos complementarios aplicables las tarjetas de crédito, salvo aquellas que por su naturaleza no le fueren extensivas a tal medio de pago”, estableció el nuevo adendum.
Transbank avisa que no va más… y le piden más plazo

La relación entre Transbank y la Tesorería General de la República siguió transcurriendo sin novedad hasta el 8 de febrero de este año. Ese día, Patricio Santelices, gerente general de Transbank, le envió una carta a Hernán Nobizelli, actual titular de la Tesorería General de la República.
“Transbank le comunica su intención de poner término al referido contrato con fecha 28 de febrero de 2023, de manera tal que el mismo dejará de producir sus efectos 30 días después, es decir, el 30 de marzo de 2023”, señaló Santelices en la misiva.
Se trató de uno de los coletazos del fallo de la Corte Suprema del año pasado, que estableció que Transbank debía cobrar una comisión fija por sus servicios por cada transacción realizada, sin discriminar por comercio, lo que era incompatible con el hecho de ofrecer su servicio de forma gratuita a los organismos estatales.
Junto con ello, en su comunicación Santelices agradeció a la TGR por todos los años de relación. “Confiamos en que, tan pronto exista mayor claridad regulatoria en la industria de los medios de pago, volveremos a trabajar de manera conjunta”, cerró el ejecutivo.
El 10 de marzo, Hernán Frigolett, director del Servicio de Impuestos Internos (SII), le contestó a Transbank y solicitó posponer la fecha de término del convenio para el 30 de junio. Un planteamiento similar hizo la TGR. El principal adquirente del país accedió a la petición de los organismos públicos.
“Habiendo analizado los graves inconvenientes que podrían generarse para la TGR y el SII, Transbank ha accedido de manera excepcional, y por única vez, a la solicitud hecha por la TGR, de prorrogar la fecha de término del convenio suscrito con dicha institución al 30 de junio del presente año. Dado que la vigencia del convenio suscrito con su servicio está ligado a la vigencia del convenio suscrito por Transbank con la TGR, la prórroga de la fecha de término se extiende también al Convenio suscrito con el SII, de manera que ambos terminarán el 30 de junio del presente”, le respondió Santelices a Frigolett.
El nuevo convenio entre el SII, la TGR y Compraquí
A contrarreloj. El mismo 30 de junio se firmó un nuevo convenio entre la Tesorería General de la República y BancoEstado. La resolución exenta fue aprobada 11 días más tarde. El propio Nobizelli lo hizo en representación de la TGR, mientras que por parte de BancoEstado y Compraquí firmaron Óscar González y José Joaquín Urrutia, respectivamente.
El nuevo acuerdo —bastante más extenso que los que se habían negociado con Transbank— establece que la entidad financiera y su filial Redglobal, razón social con la que opera Compraquí, se hacen cargo de la recaudación de impuestos, tasas, contribuciones, obligaciones fiscales y multas, tanto en canales presenciales como remotos, con tarjetas de crédito, débito y prepago.

El convenio establece tres etapas de implementación. La primera corresponde a la instalación de botones de pago y lectores de tarjeta (POS). Luego, se fijó la puesta en marcha de los botones de pago para el 1 de julio, y un tercer paso de seguimiento y evaluación.
“Se deja expresa constancia que la prestación de los servicios de recaudación y pago de impuestos objeto del presente Convenio, en consideración a lo dispuesto en el artículo 38 del Código Tributario (…) no da lugar al cobro de una tarifa por parte de BancoEstado y Red Global, por razones de utilidad pública”, señala el documento.
Esta vez, a diferencia del acuerdo con Transbank, se estableció que se debe dar aviso de término con 90 días de anticipación (y no de 30 días). También se establecen una serie de condiciones financieras, técnicas, operativas y de privacidad del servicio de recaudación.
Con este convenio, Compraquí se hizo de una importante vitrina como adquirente al procesar los pagos tributarios. Si bien lo hace sin percibir ingresos por dicho servicio, al igual como lo hacía TBK, se trata de espacios que van conquistando los competidores en adquirencia. Transbank proyecta que verá reducida su participación de mercado al 70% hacia fin de año.