Las redes sociales de decenas de informáticos chilenos ardieron esta semana con apoyos a un bando y al otro. Rodrigo González Castillo es un desarrollador que publicó un código para Webpay que compartió en GitHub, una plataforma que permite compartir desarrollos de software y mantener un eficiente control de versiones. Como él, muchas personas crean o reutilizan códigos que luego se van mejorando.
“A lo que me di cuenta que Transbank compartió mi código y empezó a nombrar variables y hacer cambios para pasar piola”, aseguró en su perfil en Facebook. De ahí en adelante las redes sociales ardieron, incluso con indirectas entre los involucrados.
“Al darme cuenta de esto les hice saber que la licencia LGPL permite hacerlo, pero siempre y cuando la obra derivada tenga la misma licencia y me nombre a mí y a los colaboradores. Igual feo que se aprovechen del esfuerzo ajeno”, explicó González.
Y es que uno de los gestores de la comunidad Transbank Developers es la empresa Continuum. Uno de sus socios, Leo Soto, salió a responder en un hilo de Twitter. González, en uno de los mensajes enviados, había sugerido tres opciones: que Continuum rehiciera su código desde cero, que distribuyeran el nuevo código como obra derivada bajo una licencia similar o que llegaran a un “acuerdo comercial” entre las partes. Fue la última opción la que causó la molestia:
Este lunes, en GitHub la empresa publicó un comunicado publicado por Soto titulado “La cagamos”. Desde Continuuum declaran que desarrollan en open source porque creen que se trata de un modelo colaborativo superior para desarrollar productos y que han inspirado a otros a hacerlo.
En ese contexto, reconocen que “usamos otro código opensource y fallamos tanto en dar la atribución correcta como en el licenciamiento correcto para el código que adaptamos”. El comunicado publicado por Soto reconoce que aunque habían citado que el código venía desde otro repositorio, no habían advertido que la licencia utilizada era distinta a la del código de González.
“Eso fue un error. La cagamos y ofrecemos como equipo (y personalmente) las disculpas que corresponden”, explica Leo Soto. Y añade que el desarrollo de programas de código abierto depende del respeto de las licencias y la autoría, por lo que no se hace un favor a su promoción el no fijarse en ese tipo de detalles. Además, dieron a conocer medidas para que este tipo de situaciones no vuelva a pasar.
Pese al comunicado y los paños fríos, la discusión entre González y Soto continuó en Twitter:
En el hilo incluso intervino Tomás Pollak, uno de los cofundadores de la aplicación antirrobos Prey: