Son varios los “cuellos de botella” que afectan al Aeropuerto Comodoro Arturo Merino Benítez, el más importante del país. Los problemas no solo tienen que ver con instalaciones que se han hecho chicas (ya sabemos que ya cumplió su vida útil y se están haciendo amplicaciones)… pareciera ser más profundo que eso.
El 29 de diciembre y el 3 de enero pasados falló el sistema de cinta de equipaje, conocido como Baggage Handling System (BHS), revela una nota de El Mercurio. Entre las causas de los últimos incidentes se han señalado algunos cortes de luz por falta de inversión en un adecuado soporte energético y en problemas en las máquinas de rayos X. De hecho, hace unos días uno de esos dispositivos falló.
También algunos culpan a las aerolíneas, a quienes se les ha reiterado que las mochilas deben ser enviadas sobre una bandeja al momento de ser puestas en la cinta para que las correas no traben su funcionamiento.
“Hay obvias deficiencias de servicio (…) y eso provoca molestas en los usuarios que no puedo sino comprender y compartir. Soy usuario afectado directamente por las demoras, las filas, los terminales atiborrados de personas y maletas, los atrasos de los vuelos”, señaló el ministro de Obras Públicas, Juan Andrés Fontaine, en la publicación.
Otros problemas
También existe una amplia discusión entre la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) y la concesionaria Nuevo Pudahuel sobre la real capacidad del aeropuerto. Se supone que actualmente puede atender 30 operaciones por hora, incluyendo despegues y aterrizajes. La DGAC dice que puede ser más, pero quienes administran el aeropuerto defienden la capacidad actual.
El informe de El Mercurio también revela que para este lunes 14 se esperaba superar la cantidad de operaciones establecidas, por lo que se le pidió a algunas aerolíneas con pocos días de anticipación la necesidad de reprogramar sus vuelos.
Incluso faltarían buses para trasladar pasajeros hacia o desde los aviones que quedan en posiciones remotas del aeropuerto. Aunque con la inauguración del espigón C el uso de buses disminuyó de un 15% a solo un 9% del total de los vuelos.
A eso debe sumarse la falta de personal de la Policía de Investigaciones (PDI), aunque esta institución señaló que su plan para este verano consideró el refuerzo de su dotación en el aeropuerto.