Frente a la catástrofe provocada por el reciente megaincendio en Viña del Mar y Quilpué, Esval, la empresa sanitaria encargada del suministro de agua, anunció la suspensión del cobro de servicios para febrero y marzo a más de 9.000 hogares en la denominada “zona cero”.
“Como medida inmediata, decidimos no cursar los cobros por los consumos de febrero y marzo. Esto permite, además, que las casas que estando en la zona, pero que no sufrieron daños, puedan compartir libremente el recurso con sus vecinos”, señaló José Luis Murillo, gerente general de Esval.
Además de esta exención de pago, la sanitaria ha implementado una serie de acciones para garantizar el acceso al agua potable de forma segura y gratuita, a través de la instalación de llaves de emergencia en puntos críticos de la zona afectada.
“Sabemos que el agua es esencial en esta etapa, por eso estamos instalando llaves de emergencia para nuestros clientes de la zona cero, que de esta manera podrán acceder al recurso de forma segura y gratuita. En muchos puntos la infraestructura simplemente se derritió, por eso la rehabilitación es un trabajo lento, pero sostenido”, comentó Murrillo.
Para las zonas afectadas que están fuera del área de concesión, Esval se mantiene en coordinación con la autoridad para apoyar con camiones aljibes y estanques estacionarios.
Despliegue en terreno
El ejecutivo indicó que desde el pasado viernes hasta el día de hoy, se han destinado más de 40 millones de litros de agua potable de la red de Esval, para apoyar la emergencia.
A esto se le suman las cuadrillas que siguen desplegadas en terreno para cerrar arranques rotos y atender filtraciones, manteniendo la red operativa para evitar cortes de suministro.
La empresa también recibió el apoyo de la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Sanitarios (Andess), Aguas Andinas, Essbio y Aguas del Valle, que contribuyeron con más camiones aljibes para hacer frente a la emergencia.