Andrés Pérez, economista jefe Latam de Itaú: “La economía está mejorando, vamos de menos a más”

El economista jefe para Latam de Banco Itaú, Andrés Pérez, conversó con Chócale sobre la economía chilena y las proyecciones que se tienen para el 2024.
Andrés Pérez, economista jefe Latam de Itaú
Andrés Pérez, economista jefe Latam de Itaú

Este martes, conversamos con Andrés Pérez, economista jefe Latam de Itaú, en el primer capítulo de “5 años, 5 conversaciones sobre Chile” de Chócale Live, un ciclo especial de nuestro streaming semanal por los cinco años que cumple Chócale durante enero.

Pérez valoró la cifra del Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) de noviembre, destacándolo como un gran indicio de que la economía chilena está comenzando un proceso de recuperación, dejando atrás las cifras negativas.

“La economía chilena, de acuerdo a este indicador, creció un 1,2% interanual, por sobre las expectativas de mercado. Creo que lo más importante es que crece por encima del 0,3% que se había dado en cada uno de los dos meses previos. Entonces, la economía ya tocó fondo y vamos mejorando en términos de niveles. La economía está mejorando, vamos de menos a más, podríamos decirlo de esa manera”, aseguró.

El economista destacó que esta mejora también se anticipa en los resultados anuales de la actividad económica para el año 2023, en donde se espera que se superen las expectativas de mercado que se sitúan en torno a un -1,5%.

En cuanto a la inflación de 2023, Pérez indicó que se espera que esta termine en un 3 o 4% (la cifra final se conocerá este 8 de enero), lo que podría traducirse en una disminución en la tasa de interés de los créditos hipotecarios.

En este sentido, añadió que “si es que uno se pregunta: ¿Van a volver los niveles de tasa a aquellos niveles, que estábamos acostumbrados hacia antes de 2019? Yo lo veo difícil. (..) Seguimos con tasas altas afuera. También, en el ámbito local, somos una economía que tiene más deuda que la que teníamos antes y uno podría argumentar que los niveles de incertidumbre de política económica que afectan a plazos más largos también es está por encima de lo que estábamos acostumbrados previo al 2019”, explicó.

Proyecciones para la economía chilena durante el 2024

Con relación al desarrollo de la actividad económica de Chile para el año 2024, el economista indicó que es muy probable que esta crezca entre un 1,5 y 2%.

“Nuestra proyección puntual (desde Itaú) es de 1,7%, pero, de nuevo, es toda una proyección donde creceríamos por debajo de nuestro nivel potencial en el tiempo, que se estima en torno al 2%”, indicó.

Este crecimiento por debajo de las expectativas se atribuye a diversos factores, siendo uno de los más relevantes el bajo nivel de inversión privada, especialmente en el rubro de la construcción. Este sector que se ha visto sumamente afectado por la inflación y la disminución en la demanda de viviendas, entre otras cosas.

“Uno mira, por ejemplo, las importaciones de bienes de capital que nos sugieren hacia dónde va la inversión privada y yo diría que siguen bien débiles. Eso me hace pensar que el crecimiento durante el 2024 va a ser impulsado, cuando uno lo mira por el lado de la demanda, por algo mejor de consumo privado después de un gran ajuste durante el año 2023, un poco más de gasto fiscal, que debiese crecer al menos 3,5% con respecto al año 2023, y el impulso externo”, señaló el economista.

Andrés Pérez, economista jefe de Latam de Itaú
Andrés Pérez, economista jefe de Latam de Itaú

Los responsables y principales actores de este dinamismo externo serían Estados Unidos y China, países en los cuales —al igual que Chile— las economías se desempeñaron por sobre lo que esperaba el mercado.

“Hay que recordar que, a esta altura del año pasado, muchos pensábamos que también Estados Unidos entraría en recesión… y bueno, no tuvieron recesión y lo más probable es que no tengan un ajuste tan brusco en la actividad. Por el lado de China, lo más probable es que vayan a crecer el año 2024 entre 4,7 y 5%, que no son malas tasas de crecimiento, considerando el nivel de desarrollo y el tamaño que tiene esa economía, y la relevancia que tiene para nosotros”, añadió.

Latinoamérica: Una región dispar

En cuanto a América Latina, el ex coordinador de Finanzas Internacionales del Ministerio de Hacienda destacó que la región se beneficia cuando sus economías exhiben un sólido desempeño.

No obstante, señaló que este rendimiento positivo, específicamente en el caso de Argentina, está lejos de evidenciarse.

“Hemos tenido una economía que lo más probable es que se haya contraído durante el año 2023 y derivado justamente un severo desequilibrio macroeconómico que se tienen que resolver. Lo más probable es que ese proceso de ajuste también conlleve una nueva contracción en la actividad durante el año 2024”, indicó Pérez.

En este sentido, hizo hincapié en que el ajuste fiscal en Argentina era “sumamente necesario”, independientemente de quién ganara las elecciones presidenciales. “Es la medicina que se necesita tomar para que el paciente se estabilice primero, y después para que la economía vuelva a crecer”, explicó.

Por su parte, Brasil y México se erigen como economías que podrían experimentar un crecimiento económico moderado, sobre todo este último país, debido a un gran flujo de inversiones que se relacionan con el fenómeno del nearshoring.

“Con este fenómeno de nearshoring, donde inversiones de manufactura que se realizaban antes en China, por ejemplo, se están llevando a cabo más cerca del destino final del consumo de estos bienes. En México ya se observa en el impulso que tiene la construcción en las regiones que están hacia el norte, pero también, por ejemplo, las presiones que hay en el mercado del trabajo, el salario, las dificultades de ciertas empresas en encontrar gente. Para el año 2024 esperamos una desaceleración de casi toda la región, excepto en Chile, donde vamos a empezar o deberíamos empezar a crecer”, comentó el economista.

Permisología, estabilidad y educación: Las claves para un crecimiento económico sostenible en el tiempo

Andrés Pérez hizo un llamado a aspirar a metas más ambiciosas para el crecimiento económico del país, especialmente si se considera que a principios de la década, se proyectaba un crecimiento económico potencial del 5%.

“La gran pregunta que nos tenemos que hacer acá es: ¿Crecer entre 1,5 y 2% es suficiente? A mí me parece que tenemos que aspirar a más. Tenemos que volver a crecer, ojalá entre 2,5 y 3%, al menos en el corto plazo, y para ello la inversión privada es clave”, señaló el ejecutivo.

Si bien reducir tanto la incertidumbre política como los plazos de aprobación de los proyectos son algunas de las soluciones planteadas para esta problemática, el economista indicó que la educación juega un rol fundamental.

“Tenemos que volver a hablar de manera bastante sincera de cómo mejoramos la calidad de la educación. Si es que la educación que nosotros estamos inculcando nos prepara para las próximas décadas. Pero claro, esas medidas tienen un efecto en el tiempo, o sea, yo creo que realizar un programa de mejoramiento en la calidad de la educación, rinde frutos, pero en el tiempo es difícil pedirle que eso afecte el crecimiento tendencial el próximo año”, finalizó el economista jefe para Latam de Itaú.

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