Ventas de vehículos eléctricos suben un 60% globalmente, mientras la infraestructura de recarga se rezaga

A pesar de un crecimiento sin precedentes en la venta de vehículos eléctricos, la experiencia de recarga aún es considerada insatisfactoria por los conductores, lo que genera preocupación sobre el ritmo de desarrollo de la infraestructura de recarga.

La movilidad eléctrica se perfila como un pilar fundamental para el futuro sostenible de la industria automotriz. Según datos recientes, las ventas mundiales de vehículos eléctricos (VE) aumentaron en un 60% el año pasado, representando casi el 15% de las ventas totales de vehículos. Sin embargo, este auge contrasta con la insatisfacción generalizada de los conductores respecto a la experiencia de recarga.

El transporte constituye el 28% de las emisiones globales de carbono, por lo que la electrificación del sector es crucial para alcanzar el objetivo de emisiones netas cero. Aunque la adopción de los vehículos eléctricos avanza rápidamente, persisten varios desafíos, siendo el más crítico la experiencia de recarga, que los conductores describen como “poco fiable, compleja y fragmentada”.

Mariana De Pablo, directora ejecutiva de Accenture Chile, señaló que, aunque la infraestructura requerida para los vehículos eléctricos es menos complicada que para los vehículos de combustión interna, todavía existen barreras importantes que superar.

“Es esencial que la industria mejore la confianza de los clientes en la eMovilidad, desde las flotas corporativas hasta los propietarios particulares. Es urgente que el ecosistema de la movilidad electrónica trate de resolver los problemas relacionados con la interoperabilidad de los dispositivos y los vehículos, el acceso a la infraestructura de puntos de recarga y su utilización, la gestión de los vehículos eléctricos y la comprensión del uso y la demanda de energía”, afirmó.

Hoy en día, la mayoría de las recargas se realizan en casa o en el trabajo. No obstante, se espera que este escenario cambie a medida que más conductores de vehículos eléctricos que arriendan, viven en viviendas compartidas o carecen de espacio de estacionamiento propio, deban depender de la infraestructura de recarga pública o semipública.

El problema de recarga se agudiza al considerar los desafíos que presenta la infraestructura de recarga pública actual: falta de puntos de recarga, incompatibilidad en los sistemas de pago y falta de información en tiempo real sobre la ubicación, capacidad y costo de los puntos de recarga disponibles.

Para superar estos obstáculos, De Pablo destacó la importancia de la colaboración en el sector y la necesidad de ofrecer a los clientes una gama más amplia de modelos de vehículos eléctricos más baratos.

“Las flotas corporativas y la recarga pública necesitan un gran número de puntos de recarga de alta capacidad. Es posible que la infraestructura de red existente no pueda soportar estos emplazamientos, que pueden requerir mejoras significativas. Por lo tanto, es importante que los operadores de distribución también lleven a cabo cualquier actualización de la red necesaria de forma rápida y eficiente”, dijo.

Finalmente, la ejecutiva hizo hincapié en la importancia de una mejor funcionalidad de las aplicaciones de eMobility y de un mayor intercambio de datos en el sector, para ayudar a los conductores a encontrar el punto de recarga más adecuado para sus necesidades y para mejorar la experiencia del usuario en general.

“Los conductores necesitan mucha más ayuda para encontrar el punto de recarga que mejor se adapte a sus necesidades en términos de velocidad de carga y costo. La funcionalidad de las aplicaciones de eMobility debe mejorar mucho. Deben ofrecer información más clara, completa y en tiempo real sobre la infraestructura pública de recarga, incluida su disponibilidad”, concluyó De Pablo.


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