El Dato de la Soa #1: Picoteos y juntas de adulto joven en casa

En esta primera entrega de “El Dato de la Soa”, Lorena Olivares nos cuenta cómo prepara los picoteos cuando recibe visitas en su casa.

Te conviertes en soa no solo por empezar tu vida independiente, sino que pasa a ser tu filosofía de vida. Disfrutas ir al supermercado (especialmente cuando hay ofertas), te emociona encontrar el detergente que no te da alergia, congelas comida para cuando no tengas tiempo para cocinar y de los restos del almuerzo haces un gran banquete al otro día, tienes tu desinfectante favorito no solo porque es barato sino porque realmente funciona, entre muchas cosas.

¿Y por qué “soa”? Porque es un homenaje a nuestras madres y abuelas, fuente de sabiduría sobre la economía del hogar y cómo llevar las riendas de éste. A diferencia de generaciones anteriores ya no se trata de una cuestión de género: Hoy todos tenemos un lado de soa y lo lucimos con orgullo una vez que nos damos cuenta que lo somos.

En mi caso, descubrí que mi lado de soa aflora cuando soy anfitriona de alguna junta con amigos, porque una buena soa prefiere reunirse en casa en vez de ir a un restaurante y/o bar. Mientras en una salida te puedes echar fácil treinta lucas, por persona, por un poco más puedes preparar un buen picoteo en el que incluye hasta para tomar algo rico sino eres de gustos tan exquisitos.

Desde que empiezas la vida de soa las juntas en casa dejan de ser carretes con papas fritas y piscola o chela, ahora te preocupas de que el picoteo con el que recibes a tus invitados cumpla ciertos requisitos: que no haga mal a la guata, que sea sabroso, que tenga algún toque gourmet y por supuesto tenga tu sello que haga decir “cada vez que voy a tu casa me encanta cuando preparas…”.

Generalmente mis preparaciones para recibir a invitados no son de una elaboración compleja ni menos con ingredientes caros (en tiempos en donde la inflación sigue por las nubes, es importante cuidar el bolsillo siempre): fruta picada, verduras frescas crocantes, pan horneado, empanaditas congeladas, entre otros. Respecto al trago, éste varía desde cerveza y por supuesto mi favorito, pisco sour. Hace unos días vino una pareja de amigos y para recibirlos preparé un picoteo simple, rico y sano.

  • Para partir, varitas de apio y zanahoria. Para no estar desarmando la mata de apio, pueden comprar la bolsa que ya viene picada a lo largo y si también lo desean, y evitar pelar las zanahorias, venden el formato de “baby carrots” aunque es más cara. 
  • Las aceitunas siempre salvan, pocas personas se resisten a su sabor. En mi caso tuve la suerte de encontrar en un negocio del barrio una bolsa de aceitunas de Azapa.  Ese sabor inconfundible y fuerte que queda tan bien con un pisco sour.
  • A medida que pasan los años y nos convertimos en adultos que se preocupan de su bienestar, empezamos a considerar que las frutas son una buena alternativa para picoteos. Aprovechando el verano, las frutillas son una delicia para contrarrestar lo salado y si preparas algún cóctel, también te sirve para dar otro sabor lo que estás tomando.
  • Algo que nunca falla es el pan rebanado y horneado. Desde la marraqueta hasta masa madre, puedes hacer maravilla con él. Para mis invitados compré dos baguettes y los trocé en diagonal, eché aceite de oliva, rúcula, tomate Cherry, queso parmesano y 15 minutos al horno con temperatura media para que no se queme. Nada que envidiar a la pizzería de moda.
  • En todo picoteo nunca debe faltar la salsa casera. En nuestros veintitantos, el kétchup con mayo era lo más elaborado que hacíamos, pero con el paso del tiempo la cosa cambia. Hace unos años un muy bien amigo me compartió su receta quesiempre saca aplausos: queso crema, ají verde, aceite de oliva, sal, orégano y minipimer. No hay cómo describir su sabor, solo puedo decir que el pote bajó rápidamente. 
  • ¿Pero y qué pasa el bebestible / trago / su cosita? Pueden pasar los años y el pisco sour será el aperitivo perfecto. Si tienes tiempo y le pegas a la preparación, siempre hacerlo será una excelente opción pero también están los que ya vienen listos.  Están los masivos que van desde los 4 mil pesos y si quieres darle el toque frapé, puedes mezclarlo en la juguera con una pulpa congelada del mismo sabor. Si tienes más presupuesto, en internet y algunas tiendas de conveniencia, puedes encontrar sours premium, vienen congelados y con pulpa natural. Cualquiera sea la opción, un sour siempre será el aperitivo perfecto cuando tienes una junta de “adulto joven”.

Muchas veces no necesitas desembolsar tantas lucas para recibir a tus visitas ni grandes preparaciones para recibir visitas. Siempre es bueno atreverse con algo simple y sobre todo, buscar ingredientes que estén al alcance de nuestros bolsillos y conocimientos culinarios.


Síguenos en Google News

Síguenos en Google News

Suscríbete a nuestro canal de WhatsApp

Suscríbete al WhatsApp

Contenidos relacionados

Total
0
Compartir