Muchos de los chilenos que viajan a Europa intentan aprovechar las vacaciones para visitar varios países y ciudades. Siempre surge la duda de poder elegir los trayectos más convenientes en términos de precio, duración y comodidad. ¿Cómo viajar por Europa?
En este artículo revisamos algunas ideas y conceptos sobre los diferentes modos de transporte dentro del viejo continente: trenes, buses y aviones.
Cómo viajar en tren por Europa: El transporte más clásico
La opción más popular para moverse dentro del viejo continente es viajando en tren. Es un transporte seguro, rápido (muchas veces son de alta velocidad) y sus trayectos inician y terminan en lugares céntricos de las ciudades. Sin embargo, su precio suele ser más alto que hacer el mismo itinerario en avión o en bus.
Moverse en tren además te permite contemplar paisajes muy bonitos y atractivos, y se trata de un medio de transporte que evoca un cierto romanticismo. También se destaca su gran puntualidad.
No te cobran el equipaje de tamaño medio o grande, a diferencia de los vuelos, donde tienes que considerar facturarlo en la bodega del avión. Aunque hay que tener en cuenta que serás responsable de tu propio equipaje, subirlo y bajando cuando corresponda. Además, por lo general puedes elegir tu asiento al momento de la reserva, sin costo adicional.
Una forma de viajar en tren es comprando cada ticket por separado, con la empresa correspondiente. La mayoría son compañías estatales de cada país. Otra alternativa es adquiriendo el Eurial Pass, un pase para viajar una cierta cantidad de días en un período de tiempo, o de forma ilimitada dentro de los días de vigencia. Por ejemplo, 3 días de viajes en un período de 1 mes en segunda clase cuesta US$252 ($166.600 CLP). En tanto, 15 días seguidos de viajes ilimitados tiene un valor de US$512 ($338.500 CLP).
Si compras el pase debes tener en consideración que algunas compañías, sobre todo en trenes de alta velocidad o nocturnos, te exigen una reserva, la cual tiene un costo adicional entre 5 y 20 euros (hasta $15.000 CLP).
Por último, hay que tener ojo con realizar trayectos largos. Si necesitas recorrer muchos kilómetros, es posible que debas realizar una o dos combinaciones, extendiendo tus tiempos de viaje. Si necesitas irte de un país A a un país C, atravesando un país B, es posible que pierdas todo el día viajando. En ese caso el avión surge como opción.
Las empresas de trenes de cada país son: Renfe (España), Trenitalia e Italotreno (Italia), SNCF (Francia), National Rail (Inglaterra), NS (Países Bajos), ÖBB (Austria), ČD (República Checa), Deutsche Bahn (Alemania), entre otras.
Cómo viajar por Europa en avión
Los vuelos low cost son otra alternativa muy popular para viajar de un punto a otro en Europa. Comprando los pasajes con anticipación (al menos dos meses) se pueden conseguir muy buenas tarifas.
Al elegir el aire, hay que tener en cuenta la elección de los aeropuertos. Algunas ciudades europeas tienen dos o tres aeropuertos. Muchas aerolíneas de bajo costo vuelan a terminales secundarios que están alejados de las ciudades. Pueden suceder situaciones tan insólitas como que el traslado al aeropuerto sea más caro que el precio del pasaje. Además, los horarios no suelen ser muy buenos, ya que a veces los vuelos parten muy temprano por la mañana o bastante tarde por la noche. Súmale las dos horas de anticipación para llegar al aeropuerto.
Y no vaya a ser cosa que la suma de tiempo entre espera en el aeropuerto y la duración del trayecto terminen demorando más que otro modo de transporte.
También debes considerar el equipaje. En todas las empresas de bajo costo debes pagar un servicio adicional por llevar tu maleta en la bodega del avión, con valores entre $8.000 y $20.000 CLP por tramo.

Además, algunas compañías como Ryanair y Wizz solo incluyen un bolso de mano de forma gratuita (mochila, cartera, bolso de notebook). Así, te obligan a pagar por llevar una maleta chica en la cabina (las que miden hasta 55 cms. de alto).
Las aerolíneas low cost más populares de Europa son Ryanair, Easyjet, HOP (de Air France), Norwegian y de Vueling del grupo IAG. En Europa del Este destaca también la húngara Wizz, de los mismos dueños de la chilena JetSmart.
Es muy recomendable que te inscribas en los newsletter de las aerolíneas que operen las rutas que quieres hacer. Así te podrás enterar primero cuando lancen alguna promoción con pasajes a precios rebajados.
Bus: Una industria en auge
Hasta hace algunos años no era una opción muy atractiva viajar entre países europeos en bus. La razón, muy sencilla: El mercado estaba muy atomizado y era difícil poder armar las rutas.
Sin embargo, en la actualidad el bus ha ido tomando fuerza luego del surgimiento de grandes empresas como Flixbus y Eurolines, que han comprado o que operan por medio de franquicias con operadores en cada país.

Estas empresas aprovechan la cantidad de rutas y el tamaño de su flota para generar economías de escalas. Además, han ido asemejándose al funcionamiento de las aerolíneas. Utilizan los terminales terrestres como hubs para realizar conexiones y ampliar las posibilidades de trayectos.
¿Quieres ir de Madrid a Venecia? No hay buses directos, pero haces una escala en Lyon para tomar un segundo bus que te llevará al destino.
Sus precios son tremendamente atractivos, con pasajes entre ciudades a partir de los 5 euros ($3.800 CLP). Los terminales de buses no se encuentran tan alejados. Por lo general es posible llegar a ellos por medio del transporte público de las ciudades, como el metro o tranvía.
Entre los aspectos en contra, podemos mencionar los largos tiempos de viaje. Por ejemplo, el mismo trayecto entre Madrid y Venecia toma 32 horas (incluyendo la escala). En avión tarda 2 horas y 30 minutos. Por último, no hay mucha variedad de tipos de bus. Que no te extrañe que te subes a un equivalente a un salón clásico de Turbus… para un viaje nocturno de 10 horas.
Hace algunos meses publicamos una nota que justamente hablaba de la posibilidad de viajar barato por Europa en bus. Puedes leerla aquí:
¿Cómo viajar barato por Europa en bus? – Chócale
Si estás organizando tu viaje por Europa y la plata está justa, una buena opción es disminuir tus costos de traslados entre una ciudad y otra. ¿Cómo? Viajando en bus. A mi modo de ver, viajar en tren es la forma más cómoda: Tienes derecho a llevar equipaje, muchos trayectos son de alta velocidad (a 300 km/h) y llegan al corazón de las ciudades.
¿Y cómo organizar mi viaje con toda esta información?
En mi último viaje a Europa, el año pasado, comencé a utilizar GoEuro. ¿Qué es? Se trata de un metabuscador que te permite comparar entre distintos modos de transporte, como los trenes, buses y aviones. En marzo cambió de nombre a Omio, pero la esencia sigue siendo exactamente la misma.
Como un buscador de una aerolínea, eliges tu origen y destino, la fecha de viaje y el número de pasajeros, y Omio hace la pega.

El surgimiento del otrora GoEuro permitió ahorrar mucho tiempo en búsqueda. Si bien los metabuscadores de aerolíneas como Kayak y Skyscanner facilitan mucho la posibilidad de encontrar vuelos, no existía nada que dejara revisar pasajes de bus y trenes, todo en una misma plataforma.
Algunos pasajes los venden directamente ellos. De lo contrario, te mandan a la página del transportista correspondiente. Todo muy seguro.
¿Y tú? ¿Cómo prefieres moverte en Europa? ¡Deja tus comentarios, sugerencias e ideas para otros viajeros en esta nota!