Si estás organizando tu viaje por Europa y la plata está justa, una buena opción es disminuir tus costos de traslados entre una ciudad y otra. ¿Cómo? Viajando en bus.
A mi modo de ver, viajar en tren es la forma más cómoda: Tienes derecho a llevar equipaje, muchos trayectos son de alta velocidad (a 300 km/h) y llegan al corazón de las ciudades. Sin embargo, las tarifas suelen ser más altas que otros modos de transporte.
En tanto, en el caso de los aviones existen los famosos vuelos low-cost que ofrecen aerolíneas como Ryanair, Vueling o EasyJet. El problema es que los aeropuertos que utilizan a veces son los secundarios de las ciudades y se encuentran más alejados, por lo que debes considerar el tiempo y lo que debes pagar por llegar a tomar o luego de bajarte del avión. Además, debes considerar agregar servicios como el equipaje, que normalmente cuesta entre $10.000 y $15.000 CLP por tramo.
Es ahí que surge la alternativa del bus: Generalmente parten desde lugares accesibles en las ciudades y sus precios son más económicos, pero no son tan cómodos y los trayectos demoran más.
Flixbus fue creada por tres alemanes en 2013. Dos años después, se fusionan con otra empresa compatriota y comienzan con un plan de expansión bastante agresivo por toda Europa, que los llevó en un inicio a establecerse en Francia, Italia, Austria, Holanda y Croacia, además de otras rutas transfronterizas.
Además, se asociaron con diversos socios a lo largo del viejo continente para armar una red que llega a más de 2.000 destinos en 29 países.
Viajando con Flixbus
Con esa cobertura, es posible armar una ruta tan solo mencionando la fecha, la ciudad de origen y la de destino. Si no hay buses directos entre ambos puntos, al igual que una aerolínea, te arma un cronograma con escalas.
Su promesa permanente es que podrás encontrar pasajes entre ciudades a partir de 5€ ($3.800 CLP). En trayectos largos, puedes pillar un Berlín – Múnich o Berlín – Fráncfort por 10€ ($7.600 CLP) o un pasaje Venecia – Roma por 16€ ($12.100 CLP). Si compras con algunas semanas de anticipación puedes encontrar muy buenos precios.
Entre los aspectos positivos, además del precio, te contamos que puedes llevar un equipaje de mano de hasta 7 kilos y una maleta de equipaje en la bodega del bus de un máximo de 20 kilos. Además, tienen flexibilidad para llevar bicicletas por 9 euros ($6.900 CLP aproximadamente), ideal para aquellos que están mochileando o que quieren recorrer Europa en bicicleta. A mi juicio, sus conductores manejan bastante bien.
No hay grandes penalizaciones si es que decides cambiar de opinión y modificar algún viaje que ya hayas pagado. Si bien no te devuelven la plata, te entregan un cupón que puedes validar para una nueva reserva online. Si el cambio lo realizas con más de 30 días de anticipación, no te cobran ninguna multa. Si la fecha es más cercana, la penalización va entre 1€ ($770 CLP) y 5€ ($3.850 CLP). Nada muy terrible. Obviamente debes considerar que eso te sirve como abono de un nuevo trayecto, y si es que es más caro, deberás pagar la diferencia.
Lo malo y feo del bus
Sin embargo, Flixbus también tiene algunos aspectos negativos. En trayectos largos, debes aguantar las paradas que debe hacer el bus (no me olvido del chofer alemán gritando “HAMBURGGG, WAKE UP” por alto parlante a las 4:30 de la madrugada), la mala señalización de las paradas y que en algunos casos debes esperar en la intemperie, algo muy complejo cuando llueve.
Aunque aseguran que buena parte de la flota cuenta con enchufes USB para cargar los celulares, éstos no siempre están instalados. Y cuando están, a veces no funcionan. Te contaba que si bien los conductores manejaban bien, pero su atención no es muy cordial. De hecho, si algo displicentes.
Además, no existen los buses cama en la flota: En mi percepción, podría asegurar que la configuración interna de los buses utilizados son prácticamente equivalentes a los asientos “Clásicos” que utilizamos frecuentemente en Chile. Algo complejo si es que piensas bancarte una noche completo arriba de un Flixbus.
Otras alternativas por tierra
Flixbus hoy es el líder de Europa, pero no el único. Eurolines tiene una excelente cobertura que llega a 500 destinos, pero no es muy smart, ya que su página web no te permite armar rutas con escalas (¡además que es muy antigua!).
También está RegioJet, que tiene su corazón en la República Checa. Hoy su cobertura llega a Berlín y el sur de Alemania, Holanda, Eslovaquia y algunas ciudades de Francia e Italia, entre otros puntos de Europa.