El Seguro Obligatorio de Accidentes Personales, conocido popularmente por sus siglas SOAP, es exigido por ley desde 1986 y lo deben contratar anualmente los propietarios de un vehículo motorizado, remolque u otro tipo de carro.
Es un requisito indispensable para que puedas obtener tu próximo permiso de circulación, tras el vencimiento del que está vigente (hasta el 31 de marzo).
Su cobertura es genérica y no varía entre una aseguradora y otra. En caso de un siniestro, cubre los riesgos de muerte y lesiones corporales de las víctimas, como el conductor, los pasajeros o cualquier tercero afectado por el accidente de tránsito, de acuerdo a lo señalado en la ley que lo rige.
A diferencia del seguro automotriz voluntario, que pagas mensualmente, el SOAP no tiene cobertura sobre los daños causados a tu propio vehículo, a otros vehículos o daños que puedas generar en bienes públicos o viviendas.
¿Qué cubre el SOAP?
La cobertura del SOAP considera gastos médicos, de transporte sanitario, los de hospitalización y atención médica, además de los insumos farmacéuticos y de rehabilitación de las víctimas, entre otros.
En caso de muerte o incapacidad permanente total, siendo la pérdida de capacidad para trabajar de al menos dos tercios, este seguro ofrece una cobertura por 300 UF (aproximadamente $8.260.000 CLP).
En cambio, la indemnización por incapacidad permanente parcial asciende a UF 200 ($5.508.000 CLP).
Finalmente, para los gastos médicos en que deba incurrir el afectado, el monto máximo a cubrir es de UF 300 ($8.260.000 CLP).