El incidente que afectó al vuelo LA800 de LATAM Airlines, que viajaba de Sídney a Santiago de Chile vía Auckland, sigue dando que hablar. Un experto en aviación planteó que una de las hipótesis para la situación vivida podría ser una posible “entrada en pérdida”, también conocida como stall, lo que podría haber ocurrido como consecuencia de la congelación de instrumentos o incluso de una falla de software. Todo, sin embargo, debe ser corroborado tras la investigación.
Según Julio Subercaseaux, piloto y consultor aeronáutico, lo que habría ocurrido el hecho se produjo a partir de una indicación de baja velocidad. “Cuando el avión está a un cierto nivel de vuelo, pero por alguna razón empieza a levantar la nariz, pierde sustentación, lo que se llama un stall y eso produce una picada. Es un tema técnico que se puede deber a múltiples variables”, explicó a CHV Noticias.
Cuando hablamos de una “entrada en pérdida” o “stall” en términos de aviación, nos referimos a un fenómeno aerodinámico que puede sonar complejo, pero que explicaremos de forma sencilla para que todos puedan entenderlo.
Hay que imaginarse que un avión es como un pájaro gigante que, para volar, necesita mantener un flujo constante de aire debajo de sus alas. Este flujo de aire ayuda al avión a mantenerse en el aire.
Sin embargo, si el ángulo de las alas respecto al aire que viene de frente es demasiado elevado, este flujo de aire se interrumpe, causando una pérdida de sustentación. Es como si, de repente, al pájaro le costara mucho más trabajo mantenerse volando.
En el caso del Boeing 787-9 de LATAM Airlines, durante el vuelo LA800, se cree que pudo haber ocurrido una entrada en pérdida. Los pasajeros a bordo describieron una sensación de caída al vacío, lo que podría indicar que el avión perdió momentáneamente la sustentación necesaria para mantenerse en el aire.
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“Los pilotos hicieron lo correcto”
En otra entrevista concedida este miércoles a Radio Futuro, Julio Subercaseaux deslizó algunas posibles causas que podrían haber generado la entrada en pérdida del avión.
“Se pueden haber congelado —un fenómeno de formación de hielo— algunas de las probetas, en el sistema estático Pitot del avión. Son tomas de aire exteriores que lleva el avión, que indican la velocidad y altura, información que es procesada por computadores a bordo y le entregan la información al piloto”, aseguró Subercaseaux
“Si esos elementos se llegan a congelar, lo que ha ocurrido anteriormente, y sería una falla, porque no debería ocurrir. De hecho tienen un sistema de calefacción para evitar esa situación. Pero si eso ocurriera, daría una información falsa a los computadores a bordo y podría producir una caída por pérdida de sustentación o baja velocidad”, indicó.
“Los pilotos hicieron lo correcto, porque lograron recuperar el avión de la caída. Fue una muy buena reacción de los pilotos”, dijo el consultor aeronáutico.
“Cuando se produce una caída fuerte y súbita, el avión cae más rápido que un elemento en caída libre por fuerza de gravedad. Esto es algo que es practicado por los pilotos, se enseña en todos los cursos de vuelo desde el día 1, y todos los pilotos —hasta del avión más pequeño— saben cómo recuperar una condición de ese tipo”, explicó Subercaseaux.
Otras hipótesis que planteó son una posible falla de software. “Te indica un error o pequeño glitch, y hace un reseteo”, explicó.
Los pilotos están entrenados para reaccionar a una entrada en pérdida o stall
En relación con esto, el experto señaló que el desenlace pudo haber sido sustancialmente diferente, mencionando como ejemplo el accidente del vuelo Air France 447, el cual seguía la ruta de Río de Janeiro a París, en 2009.
Este tipo de incidentes suena más complejo y grave de lo que generalmente es, gracias a las rigurosas medidas de seguridad y entrenamiento que siguen las aerolíneas y los pilotos para manejar estas situaciones.
El entrenamiento de los pilotos incluye cómo reaccionar frente a una entrada en pérdida. Existen procedimientos establecidos para recuperar el control del avión y restablecer el flujo de aire necesario bajo las alas para volver a volar normalmente. Esto generalmente implica disminuir el ángulo de las alas con respecto al flujo de aire para que este pueda circular correctamente otra vez, permitiendo así que el avión recupere su capacidad de sustentación.
Aunque la experiencia puede ser alarmante para los pasajeros, las aeronaves están diseñadas para soportar situaciones extremas, y los pilotos están capacitados para enfrentar este tipo de escenarios. Cabe recordar que la seguridad en la aviación es una prioridad máxima, y los incidentes son meticulosamente investigados para asegurar que los vuelos sean cada vez más seguros.
La investigación oficial del incidente con el vuelo LA800 de LATAM Airlines que está desarrollando la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) permitirá contar con más detalles sobre lo ocurrido este lunes.
