El vuelo LA800 de LATAM Airlines, que partió de Sídney (Australia) con destino a Santiago de Chile haciendo escala en Auckland (Nueva Zelanda), experimentó un “incidente técnico” este lunes, según informaron fuentes oficiales y la propia aerolínea.
Este evento provocó un “fuerte movimiento” a bordo del Boeing 787-9 Dreamliner, causando lesiones a más de 50 de sus ocupantes, entre pasajeros y tripulantes. La aeronave logró aterrizar de manera segura en el aeropuerto de Auckland, donde se desplegó una considerable respuesta de emergencia.
Los servicios de rescate en Nueva Zelanda recibieron alertas cerca de las 16:00 (hora local), desplazando más de una docena de ambulancias y vehículos de asistencia al lugar.
Según Gerard Campbell, portavoz del servicio de ambulancias —quien fue citado por diversos medios—, unas 50 personas fueron atendidas por heridas leves, aunque 12 requirieron traslado hospitalario.
Testimonios de pasajeros revelan momentos de pánico y confusión cuando el avión perdió altitud de manera abrupta sobre el mar de Tasmania. Esta pérdida provocó que las personas que no tenían el cinturón de seguridad abrochado “volasen” por la cabina, resultando en lesiones de diversa consideración y daños significativos al interior del avión.
Los afectados sufrieron desde fracturas hasta lesiones en cuello y cabeza, con relatos de un escenario caótico marcado por el miedo y la incertidumbre.
La Comisión de Investigación de Accidentes de Transporte de Nueva Zelanda indicó que está recabando información sobre el incidente, evaluando la apertura de una investigación formal.
Según informó LATAM, producto del incidente 13 personas (10 pasajeros y 3 tripulantes de cabina) fueron derivados al Hospital de Middlemore, para confirmar su estado de salud, no registrándose heridos de gravedad.
Relatos de los pasajeros: El avión “simplemente cayó”
Un pasajero le dijo al NZ Herald que nunca había experimentado algo así en 15 años de vuelo. “El avión se inclinó dramáticamente por un par de segundos y alrededor de 30 personas golpearon el techo fuertemente”, dijo la persona, quien fue identificada como Daniel.
Daniel, que viajaba desde Londres, dijo que los pasajeros gritaban y era difícil decir si había vino tinto o sangre esparcida por todo el avión.
“Ninguno de nosotros sabía qué había pasado hasta después del vuelo, solo estaba tratando de mantener a todos tranquilos. Nunca escuchamos ningún anuncio del capitán”, expresó.
Brian Jokat —cuyas fotos están circulando en redes sociales y en diversos medios— describió a Radio NZ que el avión “simplemente cayó” aproximadamente cuando avanzaba unos dos tercios del camino durante el vuelo. “No hubo pre-turbulencia, íbamos navegando suavemente todo el camino”, dijo.
“Acababa de dormir y afortunadamente tenía puesto mi cinturón de seguridad, y de repente el avión simplemente cayó. No fue una de esas cosas donde golpeas turbulencia y caes unas cuantas veces… simplemente caímos”, aseguró..
Un pasajero dos asientos lejos de él no llevaba puesto su cinturón de seguridad, y voló hacia arriba golpeando el techo, dijo Jokat.
Se definió un nuevo vuelo para el martes y DGAC colaborará en la investigación
Desde LATAM señalaron que tras la cancelación del vuelo, se definió uno nuevo (LA1130) para el martes 12 de marzo, programado para salir desde Auckland a las 20:00 horas local con destino a Santiago de Chile.
“LATAM se encuentra entregando servicio de alimentación y alojamiento a los pasajeros afectados por la suspensión del vuelo”, indicó la aerolínea.
Asimismo, la empresa lamentó los inconvenientes y molestias que esta situación pueda haber causado a sus pasajeros. “Reiteramos nuestro compromiso con la seguridad como un valor intransable en el marco de los estándares operacionales”, concluye la declaración de la empresa.
En tanto, desde la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) indicaron que este suceso será investigado por la Comisión de Investigación de Accidentes de Nueva Zelanda. “Chile, a su vez, nombrará un representante acreditado en ese país para participar de la investigación”, señaló el organismo.
La institución agregó que se encuentra en contacto con la compañía aérea recopilando toda la información necesaria sobre el incidente.
“Lamentamos la situación vivida por los pasajeros, a la vez que reiteramos nuestro compromiso con la seguridad de las operaciones aéreas”, expresó la DGAC.
