Este miércoles, el proyecto de ley que buscaba un sexto retiro de los fondos de las AFP -mediante iniciativas como el retiro de máximo 1 millón de pesos y un autofinanciamiento con cargo a las cuentas de capitalización individual- fue rechazado por la Cámara de Diputados.
El proyecto, ingresado con urgencia de discusión inmediata por parte del Ejecutivo, obtuvo un resultado de 63 votos en contra, 48 a favor y 3 abstenciones.
“Existe evidencia abrumadora, no solo de que los efectos negativos sobre las pensiones, la inflación, el tipo de cambio, el crédito hipotecario fueron significativos y crecientes sino de que estos se materializaron bastante más rápido de lo esperado”, aseguró el ministro de Hacienda, Mario Marcel, previo a la votación.
El jefe de las finanzas públicas señaló que “en Chile la inflación creció durante los últimos tres años más que en otros país en el mundo, no solo más creció el doble, y la razón por la cual eso fue así es en buena medida como producto de los retiros de fondos de pensiones“.
Recordemos que este martes la Comisión de Constitución de la Cámara Baja rechazó por 10 votos a favor y 3 en contra la totalidad las propuestas consolidadas que habilitaban nuevos retiros de pensiones. Este hecho se dio en una sesión marcada por el debate sobre el proceso de votación propuesto para las nueve iniciativas legislativas presentadas.

Varios parlamentarios se quejaron de la falta de un documento que resumiera el contenido de las propuestas de retiro, aunque el presidente de la Comisión argumentó que esto no era necesario en esta fase del proceso legislativo.
El debate continuó, incluso durante el tiempo asignado para que cada diputado argumentara su voto. Este conflicto escaló hasta el punto de que la diputada Pamela Jiles (PH), fue amonestada por falta de respeto a la comisión, a los diputados y al ministro Mario Marcel, según lo establecido por el reglamento de la corporación.
Las advertencias y el impacto sobre la economía del sexto retiro
Los economistas Elisa Cabezón, Matías Pablo y Soledad Hormazábal, de Pivotes, detallaron en un informe publicado en abril el impacto que podría generar la propuesta de un sexto retiro de los fondos previsionales de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) en Chile.
Según sus estimaciones, un universo de 10,5 millones de personas podrían haber realizado este retiro, lo que equivale a entregar en forma líquida unos US$19.442 millones. Sin embargo, aseguraron que los beneficios de este retiro no estarían equitativamente distribuidos. El 66% de los recursos serían adquiridos por individuos con empleo formal. Sólo un 5% de los fondos llegaría a los hogares del quintil más pobre (20% de menores ingresos), mientras que el 43% sería recibido por los hogares del quintil más rico.
El sexto retiro tendría también un impacto significativo en la economía chilena. En primer lugar, los autores advirtieron que esta medida provocaría una presión inflacionaria, dado que el dinero extra equivaldría al 24% del presupuesto fiscal de 2023, debilitando la capacidad adquisitiva de los hogares. Por otro lado, el retiro podría intensificar el estrés financiero en las empresas y aumentar el riesgo de contracción económica debido a las restricciones de crédito y la menor disponibilidad de financiamiento para proyectos y empresas.
Además, podría dificultar el acceso a la vivienda propia para muchos chilenos. Los fondos de pensiones, originalmente destinados a la jubilación y al ahorro a largo plazo, se estarían utilizando para el consumo a corto plazo, reduciendo la capacidad de la economía para financiar deudas de largo plazo como los créditos hipotecarios. Los autores concluyeron -en esa oportunidad- que las consecuencias de este retiro serían negativas para todos los chilenos, independientemente de si deciden retirar o no sus fondos.