Este martes, la Cámara de Diputados aprobó por amplia mayoría el proyecto que reduce la jornada laboral de 45 a 40 horas. A partir de ello, se generaron una serie de reacciones por parte de figuras de diferentes sectores.
Desde el oficialismo celebraron la decisión y se encuentran a la espera de que el Presidente Gabriel Boric promulgue la ley el 1 de mayo, en conmemoración del Día Internacional del Trabajador.
Por su parte, la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, señaló que “este es un triunfo y una muy buena noticia para el pueblo de Chile en su conjunto, para los trabajadores, para aquellos que cuidan a menores de 12 años, para los choferes, para quienes trabajan en aviación, en el mundo agrícola, en el mar. Esta es una reducción laboral que se adapta a los distintos sectores productivos y las realidades que existen en nuestro país”.
En tanto, la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, aseguró que “hoy ha quedado demostrado que aunque algunos pensaron que era imposible avanzar a una mejor calidad de vida para las y los trabajadores de nuestro país, sí se pudo. Hemos tenido una votación muy importante, donde muchos sectores de oposición se atrevieron y se sumaron a quienes hemos empujado este proyecto de 40 horas, les agradecemos”.
El diputado Raúl Soto (PPD), uno de los precursores de la iniciativa 4×3-que propone que las 40 horas de trabajo semanales se distribuyan en cuatro días laborales a la semana-, comentó que “vamos a tener trabajadores más felices y cuando eso ocurre, se produce un círculo virtuoso que termina beneficiando no solo al trabajador, sino que también a la empresa y a la economía del país”.
Además, hizo un llamado a “todas las compañías de Chile a no esperar la gradualidad en la medida de lo posible y acogerse, ojalá de manera anticipada y voluntaria a la reducción de la jornada laboral de 40 horas y también a la posibilidad de entregar este beneficio de 4×3”.
Comentarios de la oposición
Adicionalmente, parlamentarios de oposición, si bien celebraron la decisión de la Cámara de Diputados, fueron enfáticos en que el proyecto aprobado, varía en su totalidad a lo propuesto por la entonces diputada del Partido Comunista, Camila Vallejo.
“Este es un proyecto completamente distinto al original que no se hacía cargo de las consecuencias negativas para trabajadores y Pymes”, señaló el senador republicano Rojo Edwards.
Mientras, su par de la UDI, Iván Moreira, lamentó la falta de reconocimientos por parte del Ejecutivo y de la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, indicando que “esta iniciativa se mejoró en el Senado y se prefirió enfatizar que éste es el logro del actual gobierno y de la ministra Vallejo. Se pide colaboración de la oposición pero cuando se obtiene, los ministros la silencian”.
Asimismo, Juan Antonio Coloma, presidente del Senado, comentó que “pueden haber visiones diferentes, pero se logró entender que era deseable hacer un esfuerzo para que los trabajadores chilenos puedan tener más tiempo con la familia y que eso no afectará la productividad ni la capacidad de crecimiento de Chile”.
Reacciones desde el retail
Por su parte, Paula Valverde, presidenta de la Asociación de Marcas del Retail, calificó la aprobación de esta ley como “un gran avance para el bienestar y desarrollo de nuestros trabajadores”. Sin embargo, hizo hincapié en que son conscientes de que se encuentran “en un momento de enormes desafíos para el retail”.
Por ello, afirmó que es sumamente necesario que todos los agentes involucrados en la iniciativa colaboren con la implementación gradual de la reducción de la jornada laboral, estimulando acuerdos que protejan la fuente de trabajo de los empleados.
“En el caso del comercio, una menor jornada laboral tiene que ir aparejada de una reducción en los horarios de atención de los centros comerciales. Entre las 10 y 11 de la mañana y las 20 y 21 horas, la afluencia de público es muy baja. Eliminar esas horas ‘muertas’ en la atención a evitará que se generen mayores costos que perjudiquen la viabilidad y rentabilidad de empresas”.
A raíz de este último punto, Valverde mencionó que se requiere buscar equilibrios que consigan resguardar el empleo, así como también la sanidad financiera de las compañías y la calidad de vida de las personas.
“En esta línea, debemos buscar acuerdos para que los horarios de apertura y cierre de los centros comerciales permitan alcanzar los balances mencionados”, finalizó.