El robo de cables fue un fenómeno importante durante 2022, instalándose como un nuevo negocio ilegal de las bandas de crimen organizado en Chile. Consiste en vandalizar principalmente la infraestructura de telecomunicaciones, para posteriormente comercializar el cobre en el mercado negro, en donde se reduce el material, eludiendo así tributos e impuestos, para luego exportarlo al extranjero.
Se trata de una situación que afecta tanto a las personas como a las empresas e instituciones. Cuando los delincuentes buscan cobre, también cortan el cable de fibra óptica, lo cual genera un daño a los servicios de internet de alta velocidad, televisión y telefonía en masivas zonas.
De acuerdo a datos recolectados por Movistar Chile, dicho delito presentó un alza explosiva a nivel nacional en 2022, con más de 22.000 de estos hechos en el año, lo que equivalente a unos 60 delitos diarios.
En comparación con 2021, lo anterior significa un incremento de más de 85%, es decir, el robo de cables creció casi al doble.
Al respecto, Natalia Fuentes, gerenta del área de Seguridad de Movistar Chile, señaló que “el aumento de este delito nos preocupa no solo como compañía, sino que como sociedad, porque ocurre a lo largo de todo Chile y con mayor presencia en las zonas más vulnerables del país, que es precisamente donde nos enfrentamos al desafío de reducir la brecha digital”.
Por su parte, Alfie Ulloa, presidente ejecutivo de Chile Telcos -gremio que agrupa a las compañías de telecomunicaciones-, comentó que “en 2022 se incrementó fuertemente el “cablazo”, con un enorme impacto en nuestros clientes, tanto individuos como empresas e instituciones. Las bandas delictuales dedicadas al contrabando de cobre, se han extendido a nuevas regiones y han intensificado los crímenes”.
El robo de cables durante 2022 en números
Según cifras oficiales de Chile Telcos, la cantidad de hogares, firmas y entidades que se vieron perjudicados por el robo de cables en 2022, superan los dos millones de personas.
Específicamente, se registraron 22.310 robos de cables, lo que resultó en 2.157.625 hogares afectados, 101 individuos privados de libertad y 4.870 denuncias y querellas.
Conforme a Movistar Chile, las regiones que presentaron la mayor cantidad de robos de cable en 2022, fueron la Región Metropolitana, con 15.186 casos, la Región de Valparaíso con 1.591, la de BioBío con 1.156, la de O´Higgins con 1.104 y la de Antofagasta con 622.
Todas ellas, incrementaron en porcentaje el número de hechos de este tipo respecto a 2021, destacando la de O´Higgins y BioBío, con un aumento cercano al 200% y 120%, respectivamente.
En cuanto a la Región Metropolitana, las comunas más afectadas por estos actos fueron Santiago, con 1.257 casos, un 95% más, Maipú con 1.095 y un alza de 68%, San Bernardo con 832 casos, lo que representa un aumento de 129%, Conchalí con 729 robos y un crecimiento de 115% y Pudahuel, con 737 delitos, es decir, un 91% más.
Medidas y denuncias ante la situación
Una de las medidas que ayudan a la prevención de este delito, es el retiro del cobre, por medio de la migración a tecnologías superiores y con mejores prestaciones, como es la fibra óptica, ya que esta no tiene valor comercial en su reventa ilegal.
Esta tecnología se encuentra presente a través de empresas como Movistar Chile en 130 comunas del país y en más del 95% de su parque de internet hogar. Una situación similar es la de Mundo, que anunció hace unos días que había migrado completamente su red a fibra y el apagón definitivo a su red de HFC.
Adicionalmente, este año, la app móvil de seguridad SOSAFE decidió incorporar el botón de robo de cables, facilitando una nueva herramienta de denuncia ciudadana frente a dicho delito. Asimismo, el número 800441441 permaneció habilitado para denunciar anónimas.
Por su parte, Movistar Chile destacó el aumento solo en la compañía de más de un 300% en estas acciones legales.
Es importante mencionar que el robo de cables está tipificado como robo de bienes nacionales de uso público. Las personas que participen en este tipo de delitos arriesgan penas de hasta más de 800 días de cárcel.
