Un estudio realizado por la Fundación País Digital, Accenture Chile y FinteChile concluyó que se podría mejorar la inclusión financiera si es que se impulsa en modelo de open banking en el país.
La investigación detectó a cinco grupos con dificultades de acceso al mundo bancario. Se trata de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), las mujeres, los migrantes, personas de la tercera edad de bajos ingresos, y los sobre endeudados.
El esquema de open banking es una transformación digital que busca abrir a terceros la información bancaria, previo consentimiento del cliente. El mecanismo ha tenido un fuerte impulso en Europa y en países como Australia, Brasil, México y Singapur, según un artículo publicado por El Mercurio.
Con regulaciones bancarias más abiertas, se pueden liberar las restricciones de provisión de servicios financieros. De esta manera, a través de un sistema más abierto, los datos de las entidades financieras son compartidos a través de una integración vía API.
Así se puede impulsar nuevos modelos de negocios, así como entregar más opciones de productos y servicios a los usuarios basados en sus nuevas necesidades.
Los grupos excluidos del mundo financiero
El estudio sobre open banking de Accenture asegura que existen cinco grupos de personas que han tenido dificultades de acceso al mundo bancario:
Sobreendeudados: El endeudamiento en Chile alcanzó la cifra récord de 74% durante el 2019. Según el Banco Central de Chile aumentó en 1,9% el 2020 por el Covid-19.
Migrantes: Las instituciones financieras tradicionales consideran que el inmigrante presenta más riesgos al no tener historia bancaria y crediticia en el país.
Adultos mayores con bajos ingresos: El bajo ingreso percibido no les permitiría cumplir con las condiciones que requiere la banca tradicional para acceder a los servicios financieros.
MiPymes: Su situación de vulnerabilidad tiene su origen en la fragilidad de su negocio y las condiciones que exigen las instituciones financieras.
Mujeres: La exclusión financiera que perciben las mujeres es como consecuencia de la brecha de ingresos existente.
El estudio sobre open banking sostiene que el freno principal para el acceso a servicios financieros está relacionado al acceso al crédito. “El crédito representa una dificultad que se observa en personas y empresas, dada la serie de requisitos que no necesariamente cumple un sector considerable de la población”, señala el informe.
Entre los mecanismos que actualmente existen de inclusión financiera, se destaca la Cuenta RUT de BancoEstado como “el principal mecanismo de inclusión financiera en Chile orientada a personas”.
Si bien el producto de la entidad estatal presenta dificultades, el estudio destaca que ha posibilitado la entrada de un segmento importante de la población en el acceso a una cuenta bancaria mediante una tarjeta de débito.
“Se ha convertido en el principal mecanismo de inclusión financiera provenientes de iniciativas públicas para personas naturales”, sostiene el informe.
La relevancia del open banking
La investigación también reconoce iniciativas desde el mundo privado. Entre ellas, las tarjetas de prepago y billeteras digitales como MACH, Superdigital, Chek, Fpay y Dale de Coopeuch.
Por último, se señala a la educación financiera como un elemento emergente y reconocido por los entrevistados. “El análisis del medio muestra que el Estado y las entidades públicas relacionadas poseen un rol esencial en la difusión y enseñanza de la educación financiera”, dice el documento.
Coincidiendo con la publicación del informe, Accenture organizó este martes el seminario “El futuro del Open Banking en Chile: Hacia la inclusión financiera“.
En la actividad, participó el intendente de Regulación de Bancos de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), Luis Figueroa. La autoridad aseguró que hasta ahora la inclusión financiera ha estado centrada en la gestión del efectivo y no necesariamente en el acceso al crédito.
“La tecnología nos da mucho más acceso a nuevas herramientas que nos pueden beneficiar en el mercado financiero”, planteó.
Figueroa destacó que existen diversos avances en materia de inclusión financiera. Entre ellas, la apertura y desarrollo de los medios de pago, la innovación a través de las fintech, la portabilidad financiera y la disponibilidad y visibilidad de información.
La ciberseguridad también fue abordada en el seminario sobre open banking. Se trata de un tema que ha estado en el centro de la discusión. Esto debido a las últimas vulnerabilidades detectadas en la industria bancaria y en la Clave Única del Estado.
“Deben ser 1.500.000 personas quienes han confiado sus claves y contraseñas a las empresas fintech”, destacó Ángel Sierra, director ejecutivo de FinteChile. Además, aseguró que la ley de protección de datos y de ciberseguridad serán determinantes para que la tecnología siga avanzando.
El futuro del open banking en Chile
En el webinar, Ángel Sierra comentó que existe expectativa respecto de la próxima apertura de los datos a través de una API que liberará el Banco Bci. Se trata de un avance importante en materia de open banking en el país. “Vamos a conocer en su momento en qué profundidad”, explicó.
“Desde ya tenemos herramientas para dar el paso y ahí la CMF tiene un rol muy interesante a jugar” como articulador, señaló Sierra.
Por su parte, Carolina Carrasco, especialista senior BID Lab, aseguró que en el actual contexto de pandemia las soluciones tecnológicas para la inclusión financiera están surgiendo de manera muy importante.
“Los países que lideran en la región son Brasil y México, son los países más grandes y con brechas de inclusión más importantes, pero Chile claramente está trayendo mucha inversión y están surgiendo soluciones muy innovadoras”, explicó Carrasco.
“Independiente de las formas que pueda tomar la regulación, hay varios elementos que son comunes, donde la banca se puede preparar”, expresó Nicolás Deino, director ejecutivo para la Industria Financiera de Accenture.
Entre ellos se encuentra el acceso a información de terceros y a pagos. “Lo que ha estado haciendo la banca en el último tiempo va en la línea correcta. Respecto de tener las capacidades de nuevos modelos de negocio, tecnologías, procesos y conocimiento”, destacó Deino.
