El método hidden city (en español “ciudad oculta“) es poco conocido, sobre todo en estas latitudes. Es muy utilizado por viajeros frecuentes en Estados Unidos, Europa y en algunos vuelos continentales.
En cualquier negocio normal tu compras un producto, te lo llevas a tu casa y luego decides si lo ocupas. Es como que fuéramos al supermercado y compráramos un tarro de Nescafé. Luego Nestlé no va a fiscalizar si efectivamente me preparé las tazas de café o no.
Sin embargo, las aerolíneas piensan distinto sobre lo que venden. Las compañías aéreas pretenden que los pasajeros vuelen todos los tramos que adquirieron.
Cómo funciona el método hidden city
Trataremos de explicarlo de la manera más sencilla posible. Esta mecánica opera cuando un pasajero compra un pasaje a un destino menos popular (por lo tanto, más barato), que hace escala o conecta a través de un destino más popular (y por lo tanto, más caro). El pasajero se baja en la escala o conexión, saltándose la última etapa del viaje.
Cualquier pasajero podría hacerlo, aunque hay que tomar ciertas precauciones. Entre ellas, viajar solo con equipaje de manos o tener certeza que se debe volver a facturar el equipaje de bodega en la escala o conexión.

En la imagen que te mostramos, un pasajero busca un pasaje entre Los Angeles y Washington (en EE.UU.). La aerolínea lo ofrece a US$588,10. Sin embargo, al cotizar el trayecto también entre L.A., con escala en Washington y destino final Boston, el pasaje se ofrece a US$215,60. Mismo día, mismo horario, misma aerolínea.
Se trata de un truco que mucha gente ha hecho durante años, pero gracias al conflicto entre Lufthansa y un pasajero, ha vuelto a estar en el foco de los medios.
Skiplagged: El dolor de cabeza de las aerolíneas
Si bien al principio lo hacían de forma muy piola algunas agencias de viaje, fue el sitio Skiplagged el que permitió automatizar esta práctica. Fue creado en 2014 por Aktarer Zaman, un joven informático de Nueva York. Al poco tiempo United Airlines y otras empresas lo demandaron, pero el recurso fue desestimado por los tribunales.
Los precios pueden variar hasta 10 veces para el mismo producto. Si un cliente lo hace no es tanto problema… El gran peligro para las aerolíneas es que el método se popularice.
“Si la práctica se convierte en conocimiento común, y los intentos de uso aumentan, pasa de ser un agujero pequeño en un cubo grande, a un agujero enorme que genera una sangría en los ingresos”, explicó Robert Mann, el analista de la industria de las aerolíneas, a The Guardian.
Consecuencias para las líneas aéreas
Las aerolíneas se ven privadas tanto del dinero que les correspondía recibir por lo que el pasajero iba a volar, como también de la capacidad de vender el asiento debido a que siempre pensó que realizaría ese último tramo (y solo una vez que termina el embarque podrían darse cuenta que el pasajero no está).
Las compañías aéreas están comenzando a tomar medidas, como la anulación del vuelo de vuelta. El hecho de no volar alguno de los tramos de ida es causal, en muchas aerolíneas, para no permitir el embarque en el vuelo de regreso.
También sabemos de algunos viajeros que han sido expulsados de los programas de pasajero frecuente. Esa sanción conlleva la pérdida de todas las millas que se tenían acumuladas.
Aerolínea demandó a pasajero porque no embarcó a uno de los tramos – Chócale
La aerolínea alemana Lufthansa demandó a un pasajero por no tomar el último tramo de un vuelo que tenía reservado, en un intento de evitar la práctica de compra de pasajes conocido como ” hidden city ” (ciudad oculta).