El Rey de las Micheladas se ha convertido en uno de los fenómenos más virales del rubro gastronómico nocturno en Santiago. Con locales en sectores como Bellavista, Providencia, Maipú, San Bernardo, Plaza Ñuñoa, además de la presencia en un Mallplaza, la marca llegó a las 21 sucursales en menos de dos años.
La rapidez de este crecimiento despertó dudas en redes sociales, donde algunos usuarios plantearon si el modelo podría estar asociado a un lavado de dinero. En una entrevista con The Clinic, Ignacio Orellana, fundador del proyecto, enfrentó directamente esos cuestionamientos y relató cómo se gestó la cadena.
“Siempre preguntan eso. ‘Esto es un lavado de plata’. Lo que digo es: ojalá. No trabajaríamos ni la mitad de lo que trabajamos”, señaló Orellana. Según su relato, lejos de incomodarlo, atribuye esas sospechas al fuerte impacto mediático y visual que ha generado la marca.
Su historia, explicó, está estrechamente ligada a La Vega Central, donde creció trabajando junto a su familia. Tras el fallecimiento de su padre en 2020 y en pleno contexto de pandemia, asumió junto a su madre la administración del negocio familiar, una sanguchería fundada años antes en ese mismo lugar. De esa experiencia surgió la idea de abrir un local en Bellavista, iniciativa que marcaría el nacimiento del Rey de las Micheladas.
El precio como eje del modelo
Uno de los pilares del proyecto ha sido la política de precios. Orellana explicó que la idea era posicionarse como una alternativa accesible en un mercado que, a su juicio, se ha encarecido. Las micheladas —con valores que hoy parten en torno a los $3.000— se transformaron en el principal atractivo, reforzadas por una propuesta visual pensada para viralizarse en redes sociales.
Respecto a la expansión, el modelo se sustenta en ocupar locales que anteriormente operaban como bares o restaurantes y que estaban cerrando o, próximos a hacerlo. Este mecanismo, conocido “derecho a llaves”, permite disminuir costos iniciales y acelerar los tiempos de apertura.
Sobre las críticas a la estética de sus locales, el emprendedor sostuvo que su apuesta busca construir un “sentido de comunidad” y ampliar la presencia en comunas diversas, como Providencia, Maipú y San Bernardo, en contraste con lo que describe como una oferta “súper high” y homogénea.
De cara al futuro, el fundador del Rey de las Micheladas señaló que el objetivo es continuar la expansión hacia nuevas zonas, manteniendo precios bajos y replicando el modelo que les ha permitido un crecimiento rápido.