La satisfacción de los usuarios con los servicios de agua potable y sanemiento en Chile alcanzó en 2024 su nivel más alto en siete años, según la Encuesta Anual de Percepción de la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS).
El estudio, aplicado a más de 3.400 hogares urbanos, mostró avances en la evaluación de la calidad del agua, el funcionamiento del alcantarillado y la relación entre el servicio y lo que pagan los clientes.
La satisfacción neta llegó a 47,1%, marcando un aumento acumulado de 15,3 puntos porcentuales desde 2017.
El sondeo también registró cambio en los patrones de consumo de los hogares. La proporción de personas que declaró beber agua directamente de la llave subió a 49,9%, mientras que el uso de agua embotellada cayó en más de siete puntos porcentuales respecto a 2023.
Este resultado coincidió con el Barómetro de la Crisis Hídrica elaborado por la Asociación Nacional de Empresas de Servicio Sanitarios (Andess) y Criteria, que también registró una preferencia del 50% por el consumo directo de agua potable.

"Los datos reflejan la gestión e inversiones constantes de las empresas para mantener la continuidad y calidad del servicio en un contexto climático desafiante," señaló Lorena Schmitt, presidenta ejecutiva de Andess.
"El cambio climático es la principal amenaza para los servicios sanitarios por su impacto en la disponibilidad y calidad del agua en las fuentes naturales", añadió.
Sector sanitario con los mejores niveles de satisfacción
En una comparación con otros servicios esenciales —como electricidad, internet o telefonía móvil— el sector sanitario se ubicó entre los que lograron mejores niveles de satisfacción general, siendo superado solo por el servicio de gas.
Entre los aspectos mejor evaluados destacaron la facilidad de pago, el proceso de lectura del medidor y la rapidez en la reposición del suministro tras cortes. Aunque el precio siguió como la dimensión con menor aprobación, el indicador mostró una mejora frente al año anterior.
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