Banco de Chile adelantó los ambiciosos planes de inversión y los desafíos regulatorios que enfrentará la entidad durante el año 2024, además de ratificar la distribución de un atractivo dividendo para sus accionistas.
Durante la junta de accionistas que tuvo lugar el pasado jueves el auditorio de la Casa Matriz de la institución, el presidente del directorio, Pablo Granifo, y el gerente general, Eduardo Ebensperger, compartieron las directrices que guiarán a la institución financiera este año.
En ese sentido, el banco continuará apostando por la innovación y la seguridad, destinando importantes recursos para reforzar su estrategia digital y de ciberseguridad. La entidad tiene como objetivo ampliar y robustecer su ecosistema digital para beneficiar a más de 2,6 millones de clientes, optimizando procesos y mejorando la eficiencia y productividad.
Además, Pablo Granifo enfatizó la necesidad de que las reformas estructurales en discusión se basen en sólidos fundamentos técnicos que promuevan la inversión, subrayando la importancia de la certeza jurídica y de una mayor seguridad pública.
“El mejor recaudador de impuestos es, por lejos, el crecimiento económico (…) En las actuales circunstancias, es más importante que nunca impulsar algunos motores sostenibles de crecimiento, principalmente aquellos relacionados con la inversión, como los proyectos de ley que abordan la excesiva tramitación que existe en el país”, señaló el gerente general del Banco de Chile.
Además, Granifo criticó la Ley de Fraudes —vigente desde 2020—, advirtiendo sobre sus efectos nocivos en la bancarización y la urgencia de abordar sus deficiencias.
“Lamentablemente estamos viendo sus negativos y costosos efectos. Es de suma urgencia que se tomen en consideración las iniciativas que han presentado el Ejecutivo y senadores de distintos sectores para hacerse cargo con prontitud de estas falencias”, expresó el ejecutivo.
Al final del encuentro, se aprobó la distribución de dividendos correspondientes al 65,6% de las utilidades del ejercicio 2023, lo cual equivale a $8,077 por acción. Esta medida, junto con la retención del restante 34,4% de las utilidades, busca seguir fortaleciendo la base patrimonial de Banco de Chile en línea con los requisitos de capital de Basilea III, señaló la entidad en un comunicado.
