Banco de Chile continúa con voluntariados de reforestación en zonas afectadas por incendios forestales en la Región de Ñuble

La “Cuadrilla Azul” del Banco de Chile sigue adelante con su misión de reforestación y prevención de incendios en la Región de Ñuble y la Región del Biobío. La tercera etapa del proyecto incluyó la plantación de 1.000 árboles nativos.

En colaboración con Fundación Reforestemos, Banco de Chile continúa con su labor en la restauración ecológica de áreas afectadas por los incendios forestales del último verano. La tercera etapa del programa “Cuadrilla Azul” se llevó a cabo en la Región de Ñuble, con la plantación de 1.000 árboles nativos en la comuna de San Carlos.

Diversas especies como maqui, peumo, quillay, litre, mayu y maitén fueron seleccionadas para esta labor, que permitirá la captura de más de 330 toneladas de dióxido de carbono (CO₂) durante su vida. La actividad contó con el esfuerzo conjunto de 35 colaboradores voluntarios de Banco de Chile, provenientes de diferentes ciudades de la región.

La jornada, que estuvo marcada por un fuerte espíritu de compañerismo, cubrirá entre 6 mil y 8 mil metros cuadrados en su etapa adulta y apoyará en el combate contra la erosión de suelos, la recuperación de bosques degradados y la producción de miel.

Los participantes, entre ellos Francisco Ruiz-Tagle, gerente Zonal Centro Sur de Banco de Chile, y Cristóbal Rebolledo, director comercial de Fundación Reforestemos, se mostraron comprometidos con este esfuerzo para restaurar una región que sufrió daños en más de 50 mil hectáreas debido a los incendios forestales del verano pasado.

Las etapas anteriores del proyecto incluyeron la plantación de árboles en Tomé y Santa Juana en la Región del Biobío. La última fase, programada para septiembre, consistirá en la intervención de zonas perimetrales del Parque Nacional Nonguén, también en la Región del Biobío, dirigida por los equipos técnico-forestales de Fundación Reforestemos y de la Corporación Nacional Forestal (Conaf).

Este trabajo se enfocará en la reducción de combustible vegetal en cinco hectáreas perimetrales y en el control de especies exóticas que puedan catalizar la propagación de eventuales incendios.

Esta colaboración es parte del Compromiso Azul para Chile de Banco de Chile, una iniciativa ambiental que busca reducir la huella de carbono de la entidad, avanzar en el desarrollo de finanzas sostenibles y contribuir al bienestar de la comunidad y el entorno.


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