Al llegar el invierno, muchos insectos buscan refugio en lugares cálidos, y la chinche del arce no es una excepción. Originario de América del Norte, este insecto se convirtió en un visitante frecuente en los hogares de la Región Metropolitana durante los meses fríos. Aunque el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) no clasifica a la chinche del arce como una “plaga forestal agrícola”, el Ministerio de Agricultura confirma que sí es una “plaga urbana”, dada su presencia en hogares y espacios urbanos.
A pesar de no causar un daño significativo a los árboles, el chinche del arce puede convertirse en una molestia para los propietarios de viviendas, colonizando paredes, ventanas, balcones, ductos y patios. Ante este fenómeno, Beatriz Lazo, fundadora de Las Fumigadoras, una empresa de control de plagas, ofreció consejos sobre cómo enfrentar a este invasor del invierno.
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Según Lazo, es crucial que el control del chinche del arce sea un procedimiento preventivo y no reactivo. “Atacar los focos dentro de los patios para evitar el ingreso a las viviendas puede ahorrar costos elevados a los clientes”, explica. La recomendación es desinsectar cada tres meses en promedio, aunque el intervalo puede variar según la ubicación de la vivienda, su antigüedad y las condiciones ambientales.
La fumigación contra el chinche del arce
El tiempo que dura el proceso de desinsectación para el chinche del arce puede variar dependiendo de diversos factores. Entre ellos, están los metros cuadrados que se necesitan desinsectar, el tipo de plaga, si el procedimiento se realizará en interior o exterior, y la técnica utilizada, ya sea nebulización o aspersión. No obstante, el tiempo mínimo suele oscilar entre 30 y 40 minutos.
Una pregunta común es cuánto tiempo se debe esperar antes de reingresar a la vivienda después de la fumigación. Lazo explica que esto puede variar dependiendo del tipo de insecticida utilizado.
“Existen insecticidas piretroides más fuertes, frente a los que es necesario estar al menos dos horas fuera después de aplicado el producto”, dice. Sin embargo, también se utilizan insecticidas orgánicos que no requieren la desocupación del lugar.
Es importante destacar que, como cualquier sustancia química, la aplicación de plaguicidas tiene riesgos asociados a la salud. Estos incluyen posibles intoxicaciones por inhalación de los productos empleados. Por eso, es crucial realizar estos procedimientos con empresas autorizadas por la SEREMI de Salud, como Las Fumigadoras, que emplea productos de última generación y equipos de alta tecnología.
Al final del día, el objetivo es mantener a raya a la chinche del arce, asegurando la tranquilidad de las familias durante los meses fríos.
“Con esto, los usuarios tienen el resguardo de poder acceder a las normas y protocolos de seguridad que establece la autoridad sanitaria. Utilizamos productos de la más avanzada generación y equipos de última tecnología”, señaló Beatriz Lazo.
A medida que los meses fríos avanzan, es esencial estar preparado para el posible ingreso de la chinche del arce a nuestros hogares. A través de la desinsectación preventiva y el seguimiento constante, podemos asegurarnos de mantener a estos pequeños invasores a raya, manteniendo nuestros hogares libres de plagas y a salvo durante el invierno.
