En un esfuerzo por aumentar la conciencia digital en las aulas chilenas, la Fundación VTR organizó un taller online titulado “Taller de inteligencia digital aplicada al bienestar emocional”. Daniel Halpern, un experto en educación digital, alertó durante el webinar que los jóvenes entre 14 y 16 años son los más propensos a practicar el sexting, es decir, el envío de contenido íntimo.
Halpern destacó que este grupo etario lidera en términos de envío de fotos y videos de naturaleza íntima. Lamentablemente, estas acciones pueden tener consecuencias negativas graves. De acuerdo con un estudio de la Universidad de Utah, en Estados Unidos, el sexting es la principal causa de suicidios entre los jóvenes.
En el evento participaron representantes de más de 760 comunidades educativas, en el que se subrayó que, sin importar cómo se obtuviera el material, la práctica del sexting conlleva un riesgo de sufrir sextorsión o pornovenganza. La sextorsión ocurre cuando una tercera parte amenaza o manipula a alguien con sus fotos o videos íntimos, mientras que la pornovenganza implica la publicación de material íntimo en páginas web de pornografía.
Se destacó que, si el material se obtiene de manera ilegítima o sin consentimiento, puede constituir un delito. Sin embargo, si se comparte voluntariamente con terceros, la situación cae fuera del alcance legal, al menos en Chile.
Halpern subrayó que el enfoque de la educación digital debe centrarse en la regulación, no en la prohibición. Para él, el objetivo es maximizar los beneficios de la tecnología y minimizar los riesgos. Por tanto, el éxito de cualquier programa de educación digital reside en que los jóvenes aprendan a considerar las consecuencias offline de sus acciones online.
Cyntia Soto, gerente de Sostenibilidad de ClaroVTR, explicó que el taller fue organizado con el fin de ayudar a las comunidades educativas a crear un ambiente digital positivo y seguro.
“Cada día es más relevante que la comunidad escolar tenga conciencia de los alcances, riesgos y elementos clave para la vida digital como el consentimiento. Del mismo modo, resulta relevante educar a la comunidad acerca de las herramientas para mantener la privacidad en línea y desarrollar habilidades de pensamiento crítico para evaluar los riesgos y consecuencias de nuestras acciones en la web”, añadió Soto.
