Apple presentó este martes el nuevo MacBook Pro con pantallas de 14 y 16 pulgadas que incluyen los chips M2 Pro y M2 Max de última generación.
Estos chips ofrecen un rendimiento superior con una gran eficiencia energética, lo que permite una mayor duración de batería para los usuarios profesionales.
Desde la marca aseguran que con el M2 Pro y el M2 Max, el MacBook Pro es capaz de ejecutar tareas profesionales muy exigentes como la renderización de efectos, que es hasta seis veces más rápida que la MacBook Pro con el procesador Intel más veloz, y la corrección de color, que es hasta dos veces más rápida.
Gracias a la eficiencia energética sin precedentes de los chips de Apple, la batería de la MacBook Pro ahora puede durar hasta 22 horas, lo que la convierte en el Mac con la mayor duración de batería. Además, el nuevo MacBook Pro cuenta con una mejor conectividad, ya que es compatible con Wi-Fi 6E, que es hasta dos veces más rápido que la generación anterior, y con tecnología HDMI avanzada, que por primera vez admite monitores 8K.
Con hasta 96 GB de memoria unificada en el modelo con el chip M2 Max, las personas creativas pueden trabajar con tareas más complejas. El MacBook Pro también cuenta con características inigualables como su popular pantalla Liquid Retina XDR, amplias opciones de conectividad, una cámara FaceTime HD de 1080p, un sistema de sonido de seis bocinas y micrófonos con calidad de estudio.
Los usuarios pueden hacer su pedido de las nuevas MacBook Pro de 14 y 16 pulgadas a partir de este 17 de enero, y estarán disponibles a partir del martes 24 de enero en Estados Unidos.
Greg Joswiak, vicepresidente sénior de Worldwide Marketing de Apple, aseguró que “el MacBook Pro con los chips de Apple ha cambiado las reglas del juego, animando a profesionales a desafiar los límites de sus flujos de trabajo en cualquier lugar y lograr cosas que creían imposibles de hacer con una laptop”.
Los nuevos chips M2 Pro y M2 Max del MacBook Pro
El MacBook Pro con el chip M2 Pro es una herramienta de trabajo profesional que ofrece mejoras significativas en rendimiento, duración de la batería, conectividad y productividad. Desde Apple Aseguran que esto lo convierte en una excelente opción para una amplia gama de disciplinas, como las artes, la ciencia e incluso el desarrollo de aplicaciones. Los usuarios que vienen de un modelo de Mac con procesador Intel verán mejoras aún más sorprendentes en su rendimiento.
El chip M2 Pro cuenta con un CPU de 10 o 12 núcleos, con hasta 8 núcleos de alto rendimiento y 4 de alta eficiencia, lo que permite un rendimiento hasta un 20% superior al del chip M1 Pro.
Además, cuenta con 200 GB/s de ancho de banda de memoria unificada, el doble que en el M2, y hasta 32 GB de memoria unificada, lo que permite completar proyectos de gran tamaño y ejecutar múltiples aplicaciones profesionales a una velocidad increíble.
El chip M2 Pro también cuenta con un GPU de última generación con hasta 19 núcleos, lo que ofrece un rendimiento gráfico hasta un 30% superior, y un Neural Engine que es un 40% más rápido, lo que acelera las tareas de aprendizaje automático como el análisis de videos y el procesamiento de imágenes.
Además, cuenta con un potente motor multimedia que admite los códecs de video más populares, y acelera drásticamente la reproducción de video y la codificación con muy bajo consumo energético.
El MacBook Pro con el chip M2 Max lleva los flujos de trabajo a otro nivel con un GPU superior que tiene hasta 38 núcleos y ofrece un rendimiento gráfico hasta un 30% mayor que el del chip M1 Max. En tanto, su CP de 12 núcleos de última generación ofrece un rendimiento un 20% superior al M1 Max.
La apuesta de Apple por la sustentabilidad
La Macbook Pro está diseñada para minimizar su impacto en el medio ambiente mediante el uso de materiales reciclados y cumplir con altos estándares de eficiencia energética. Además, está libre de numerosas sustancias nocivas, y su empaque está fabricado con fibra, acercando a Apple a su objetivo de eliminar completamente el plástico en sus empaques para el año 2025.
Desde Apple aseguran que tienen objetivos de neutralidad en emisiones de carbono, buscando que todas sus cadenas de abastecimiento y ciclos de vida de sus productos sean neutros en emisiones para el año 2030, incluyendo desde la obtención de los materiales hasta el reciclado y recuperación.
