Las plataformas de transporte de pasajeros Uber y Cabify anunciaron que dejarán de prestar servicios en la ciudad de Barcelona (España) luego de la aprobación y entrada en vigencia de un restrictivo decreto de ley.
La legislación fue aprobada por la Generalidad de Cataluña con el apoyo (y un intenso lobby) de los taxistas.
El punto de la discordia es la exigencia de que los pasajeros deban reservar con al menos 15 minutos de anticipación cualquier tipo de trayecto que quieran realizar con las aplicaciones.
Según Cabify, el 98,5% de los viajes que realizan en Barcelona están por debajo de los 15 minutos de espera. La decisión genera un “grave perjuicio desde el punto de vista de la competencia y la calidad del servicio”, a juicio de la española.
Uber señaló que “las nuevas restricciones aprobadas por la Generalitat no nos dejan otra opción que suspender Uber X mientras nos replanteamos nuestra futuro en la ciudad de Barcelona”.
La estadounidense aclaró que la precontratación de al menos 15 minutos “no existe en ningún lugar de Europa y es totalmente incompatible con la inmediatez de los servicios bajo demanda”.