Dentro de un ambiente que promueve tomar una mayor consciencia respecto de lo que se come y bebe, los chilenos habrían encontrado en las bebidas reducidas en azúcar una solución intermedia.
Así, las bebidas gaseosas en sus formatos “light”, “diet” y “zero” aumentaron en cerca de un 5% su volumen de consumo durante el 2015.
Los jugos néctar también se están convirtiendo en una opción para las familias nacionales, pero un nutricionista advierte que podrían ser igual de dañinas que las bebidas gaseosas.
“No es tan positivo como se cree, ya que estos por lo general contienen azúcar añadida, además del azúcar de las frutas, por lo que también deben ser consumidos con moderación, al igual que las bebidas gaseosas”, señala Edmundo Rodríguez, docente de Nutrición y Dietética de la Universidad del Pacífico.
