La Cámara de Diputados despachó a ley, por unanimidad, el proyecto conocido como Ley Jacinta, que refuerza las exigencias para acreditar la aptitud física y psíquica en la obtención y mantención de licencias de conducir.
La iniciativa modifica la Ley de Tránsito y otros cuerpos legales. Su objetivo es fortalecer la seguridad vial y evitar que personas no aptas conduzcan vehículos motorizados.
El proyecto fue impulsado por la diputada Erika Olivera (Demócratas). La iniciativa establece la obligación de que todos los postulantes y titulares de licencias de conducir deban firmar una declaración jurada donde acrediten no padecer enfermedades inhabilitantes o restrictivas para la conducción. Esta exigencia regirá para todo tipo de licencias, sin distinción de clase.
Los principales cambios de la Ley Jacinta
La Ley Jacinta también define que la evaluación de la idoneidad física y psíquica deberá realizarse bajo un procedimiento reglamentado. Este deberá ser dictado por el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (MTT) y que contará con la suscripción del Ministerio de Salud (Minsal). Este reglamento fijará los criterios, estándares y enfermedades consideradas incompatibles o restrictivas para conducir.
En línea con lo anterior, la norma obliga a las municipalidades a aplicar dicho procedimiento reglamentado en los procesos de otorgamiento y control de licencias de conducir. Con esto, se buscó reducir la discrecionalidad y homogeneizar los controles a nivel nacional.
Uno de los puntos más relevantes de la Ley Jacinta dice relación con las sanciones. Declarar falsamente no padecer una enfermedad inhabilitante se tipificará como una infracción gravísima. En estos casos, la autoridad podrá incluso cancelar la licencia de conducir, aplicando las disposiciones generales establecidas en la Ley de Tránsito para este tipo de faltas.
El proyecto también incorpora cambios en materia de seguridad vehicular. En el caso de vehículos de transporte de personas, de carga o de movilización colectiva, la ley exige sistemas adecuados de retrovisión. Puede ser mediante espejos laterales externos, cámaras con monitores u otros dispositivos que cumplan la misma función. Además, fija nuevas condiciones para los acompañantes en vehículos que requieren licencia clase C, como las motos, estableciendo una edad mínima y normas claras de seguridad.
Modificaciones al SOAP y fuero laboral en caso de muerte de un hijo o cónyuge
No es lo único. Junto con las modificaciones a la Ley de Tránsito, la Ley Jacinta introduce ajustes a la normativa que regula el Seguro Obligatorio de Accidentes Personales (SOAP). En específico, aumenta los montos de cobertura en casos de muerte y lesiones. También reduce a siete días el plazo de pago cuando el accidente tenga como consecuencia el fallecimiento de la víctima. Esto, una vez presentados los antecedentes requeridos.
La iniciativa también incluye una modificación al Código del Trabajo. Consiste en la ampliación de la protección del fuero laboral por un mes para trabajadores que enfrenten la pérdida de un hijo, hija, cónyuge o conviviente civil. La norma extiende este derecho a quienes tengan contratos a plazo fijo o por obra o servicio determinado. En esos casos es manteniendo el fuero hasta el término del contrato o por el período legal, según corresponda.
En cuanto a su implementación, la Ley Jacinta establece que el MTT deberá dictar el reglamento dentro de los 12 meses siguientes a su publicación en el Diario Oficial. Las modificaciones a la Ley de Tránsito comenzarán a regir 90 días después de publicado dicho reglamento.
La ley honra la memoria de Jacinta González Schnitzer, una lactante de cinco meses que falleció tras un accidente provocado por un conductor de 80 años que perdió el control de su vehículo debido a un cáncer en etapa IV.
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