A pocas semanas de despedir 2025, miles de personas ya definieron que recibirán el Año Nuevo fuera de casa. Así lo reflejan los datos más recientes de Yapo.cl, que muestran una preferencia por destinos de playa y ciudades con alta oferta turística.
El análisis, basado en búsquedas realizadas entre el 1 de noviembre y el 15 de diciembre, reveló que La Serena lidera el interés por arriendos para celebrar la llegada de 2026. Le siguieron Coquimbo, Algarrobo y El Tabo. Más atrás se posicionaron El Quisco, Viña del Mar, Valparaíso, Pucón, Villarrica y Valdivia.
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Los precios variaron según ubicación, tamaño y equipamiento de las propiedades. En La Serena, los valores diarios se movieron entre $38.000 y $120.000, mientras que en Coquimbo fluctuaron entre $35.000 y $110.000. En el litoral central, Algarrobo registró precios entre $40.000 y $115.000 por noche, y El Tabo entre $30.000 y $90.000.
Viña del Mar y Valparaíso concentraron los valores más altos, con arriendos que en algunos casos llegaron a $200.000 diarios. La cercanía al mar, el acceso a eventos y la posibilidad de desplazarse a pie explicaron las diferencias frente a otros destinos.
En el sur, Pucón, Villarrica y Valdivia también figuraron entre los más buscados. En estas zonas, los precios oscilaron entre $30.000 y $180.000 diarios, influenciados por el tipo de alojamiento y su proximidad a lagos, centros urbanos y atractivos turísticos
Cercanía a la playa y puntos de celebración
Javier Pacheco, gerente comercial de Real Estate de Yapo.cl, explicó que las búsquedas para Año Nuevo respondieron principalmente a criterios de ubicación. “La cercanía a la playa y a los puntos de celebración se vuelve clave. Las personas priorizan alojamientos que les permitan moverse a pie, evitar traslados largos y aprovechar mejor el tiempo de descanso”
El estudio también evidenció que la comodidad dejó de ser un diferencial para transformarse en un estándar mínimo. Servicios como Wi-Fi, televisión por cable y espacios comunes —terrazas o parrillas— figuraron entre los requisitos más demandados.
“La decisión final pasa más por la ubicación y la funcionalidad del inmueble que por lujos adicionales”, agregó Pacheco.
