Las acciones tecnológicas se consolidaron como la principal apuesta de los inversionistas chilenos en renta variable extranjera. Así lo evidenció el Perfil XTB del Inversionista Chileno, informe elaborado por el equipo de research de XTB Latam, que reveló que el 31% del portafolio nacional de los chilenos se concentra en esta industria, muy por sobre otros sectores.
El estudio se realizó en un contexto marcado por el auge de la inteligencia artificial y por el desempeño récord de los mercados bursátiles globales durante 2025. En ese escenario, los inversionistas locales replicaron la tendencia internacional y privilegiaron compañías vinculadas a innovación y desarrollo tecnológico.
Según el informe, “el apetito por la renta variable extranjera sigue en aumento entre los inversionistas chilenos, con una marcada inclinación hacia acciones tecnológicas y empresas de gran reconocimiento global”.
Más atrás se ubicaron los sectores industrial (9%), consumo discrecional (8%), salud (7%) y servicios de comunicación (7%).
Dominio de las firmas tecnológicas
Con ello, dentro del ranking de las acciones más populares, seis de las diez corresponden al rubro tecnológico. Intel encabezó la lista, con un 14,3% de los clientes de XTB Latam que adquirieron sus papeles y un ticket promedio de US$132. Le siguieron Nvidia (5,7% y US$996) e IonQ (2,5% y US$412).
En la quinta posición se ubicó Alphabet con 2,4% del total de clientes y un ticket medio de US$877, mientras que Palantir se situó en el octavo lugar. El top 10 lo cerró Apple, con 1,7% de participación y un ticket promedio de US$ 789.
“Las preferencias de los clientes reflejan una combinación de búsqueda de innovación, diversificación internacional y exposición a sectores defensivos, en un contexto donde el mercado accionario global continúa mostrando volatilidad y oportunidades selectivas de inversión”, sostuvo Emanoelle Santos, analista de mercados de XTB Latam.
El informe también evidenció cambios en la forma de invertir. Entre un 55% y un 60% de los clientes operó exclusivamente en acciones, mientras que entre un 10% y un 15% lo hizo solo a través de ETFs. Un segmento intermedio, equivalente a entre un 20% y un 25%, combinó ambos instrumentos.
Para Santos, este comportamiento da cuenta de “un inversionista chileno más global, informado y estratégico”, impulsado por una mayor educación financiera, el acceso a plataformas internacionales y un entorno económico que favoreció estrategias de diversificación y cobertura de riesgo.
