La Comisión para el Mercado Financiero (CMF) revocó la autorización de existencia y canceló el registro de U-Pay Processing Tarjetas Prepago S.A., luego de constatar incumplimientos reiterados de las exigencias regulatorias que deben cumplir los emisores no bancarios de tarjetas de pago con provisión de fondos.
La decisión se formalizó este viernes, y el regulador decidió liquidar la empresa y el cumplimiento de las obligaciones establecidas en la Ley de Sociedades Anónimas.
El Consejo de la CMF adoptó la medida tras concluir que U-Pay no logró subsanar las brechas de liquidez y de capital mínimo exigidas por el Banco Central, pese a contar con un plan de regularización aprobado en mayo y prorrogado en agosto.
El proceso se extendió durante más de seis meses y estuvo marcado por cambios societarios, problemas operativos, intentos fallidos de venta y la muerte de Paulo Paulek, fundador, principal accionista y Chairman de U-Payments, la sociedad matriz del emisor de prepago.
Todo partió con el incumplimiento de la reserva de liquidez
En junio de 2024 la CMF había autorizado a U-Pay para emitir tarjetas de prepago. El plan era desarrollar un modelo de negocio basado en la emisión de tarjetas con marca blanca.
Sin embargo, menos de un año después comenzarían los problemas: el pasado 22 de abril la empresa informó formalmente a la CMF que no cumplía la exigencia de reserva de liquidez en la normativa del Banco Central. Según el marco regulatorio, los emisores no bancarios deben mantener una reserva no inferior al mayor valor entre el 10% del requerimiento mínimo de capital y los activos líquidos descontando pagos y restituciones.
Cuatro días después, el 26 de abril, U-Pay presentó un plan de regularización basado en la venta de la totalidad de su propiedad. Esa operación, según la sociedad, permitiría inyectar los recursos necesarios para recomponer la reserva incumplida.
La CMF aprobó el plan el 12 de mayo mediante una resolución reservada, fijó un plazo de 90 días y suspendió todas las actividades del giro de la empresa durante ese periodo.
El 23 de mayo, U-Pay informó la firma de un acuerdo de venta con Inversiones y Emprendimientos Amol SpA. Para avanzar, la CMF solicitó antecedentes del potencial comprador y de sus controladores, información que llegó de manera parcial durante junio y julio.
Nuevas brechas, cambios societarios y la salida de Mastercard
La situación se complejizó durante agosto. El día 1, la sociedad pidió extender por 90 días el plan original, ahora con un aumento de capital comprometido por Amol SpA. Sin embargo, el 6 de agosto U-Pay informó un nuevo incumplimiento: esta vez del capital pagado y reservas mínimos exigidos a los emisores no bancarios. La empresa señaló que el aporte del nuevo accionista permitiría cubrir este déficit y las pérdidas proyectadas hasta alcanzar el equilibrio operacional.
El 8 de agosto, la CMF aprobó la extensión del plan bajo la condición de mantener la suspensión total de actividades. Pero cuatro días después, el 12 de agosto, la empresa comunicó el término del vínculo con Mastercard, procesador de sus tarjetas, sin explicaciones formales, detalla la resolución.
El 15 de agosto reportó además la salida de uno de los socios históricos, Inversiones Europe Spa, y solicitó modificar estatutos. La regulación obligó entonces a enviar antecedentes sobre el socio fundador con más del 10% del capital: Paulo Paulek.
La muerte de Paulo Paulek
El 17 de septiembre, U-Pay informó que Amol SpA desistió de comprar la compañía, dejando sin sustento el plan de regularización. La sociedad aseguró que conversaba con nuevos inversionistas y que operaría con American Express, pero no entregó documentación que respaldara esas gestiones.
Luego, el 23 de septiembre, la entidad comunicó el fallecimiento de Paulo Paulek, socio relevante y persona natural que poseía una participación superior al 10% del capital accionario. El hecho agregó incertidumbre a la evaluación del nuevo escenario societario.
Este lunes, U-Pay informó que había recibido una oferta para adquirir el 100% de las acciones por parte de la firma mexicana KLU Lending SACV. La operación se realizaría mediante un vehículo de inversión que se constituiría en Chile. La empresa pidió suspender cualquier proceso sancionatorio o de revocación por 15 días hábiles. Al día siguiente entregó algunos antecedentes, entre ellos la identidad de los socios y el saldo de caja de una cuenta en México, pero la CMF consideró que la información era insuficiente.
A esas alturas, el incumplimiento del plan de regularización ya estaba configurado. El 22 de octubre, la CMF había solicitado al Banco Central el acuerdo favorable exigido por ley para revocar la autorización de existencia. El instituto emisor aprobó la solicitud en su sesión del 13 de noviembre, lo que dejó al Consejo de la CMF en posición de proceder.
Universal Payments SPA, otra de las sociedades que controlaba Paulo Paulek, ya venía mostrando fisuras desde hace al menos dos años. En el 10° Juzgado Civil de Santiago se fueron acumulando diversas causas presentadas por instituciones y personas que solicitaron la liquidación forzosa del procesador de pagos, entre ellas, las AFP por no pago de cotizaciones previsionales y proveedores de la firma.
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