De la billetera a los barrios y escuelas: La segunda vida de las tarjetas bancarias

Cada año, miles de tarjetas bancarias son desechadas en nuestro país. Las causas son diversas: vencimiento, extravío o reemplazo por versiones más modernas. A pesar de los distintos motivos, su destino suele ser el mismo: la basura.

Con un enfoque en la sostenibilidad, la reutilización y el vínculo con las personas y sus comunidades, los bancos han transformado este desecho en una oportunidad. A través de alianzas con fundaciones y empresas especializadas en reciclaje, entidades como Banco de Chile, Santander y Falabella ya han convertido toneladas de tarjetas en mobiliario urbano, juegos infantiles, terrazas y más.

Precisamente, Banco de Chile ha sido uno de los pioneros en dar valor social a los residuos plásticos. Desde 2023, todas sus tarjetas son fabricadas con material 100% reciclado.

La institución recicla anualmente cerca de 60.000 unidades, buscando siempre “proyectos con un doble impacto, medioambiental y social, que permitan convertir estos residuos en productos que aporten a la educación, a la inclusión y a la comunidad en general”, comentó María Victoria Martabit, gerente de Asuntos Corporativos y Desarrollo Sostenible de Banco de Chile.

En esta línea, uno de los proyectos impulsados por la entidad fue la habilitación de un patio inclusivo en la Escuela Especial Chile-España, en Concepción, que incluyó baldosas podotáctiles, pastelones y bancas fabricadas con PVC reciclado.

Otro caso destacado se realizó en la Escuela de Colico Alto, en Santa Juana, donde se construyó un espacio de juegos, con taca-taca, ping-pong y resbalín, reutilizando más de 55 mil tarjetas.

Infraestructura urbana y espacios comunitarios con tarjetas recicladas

Banco Santander también ha incorporado el reciclaje de tarjetas en su estrategia de sostenibilidad. Desde 2023, la entidad ha derivado más de 1.400 kilos de plástico en desuso a empresas especializadas, lo que ha permitido la creación de nuevos productos e infraestructura urbana.

Con este material reciclado, se fabricaron ecotablas —de las cuales un 2% provenía de tarjetas bancarias— para una plaza de juegos en el colegio Cardenal José María Caro, de la Fundación Belén Educa.

Asimismo, se desarrollaron tuberías compuestas en hasta un 80% por tarjetas recicladas, empleadas tanto en instalaciones sanitarias como en la elaboración de maceteros.

Con el fin de fortalecer esta estrategia e incentivar la participación de sus clientes, el banco habilitó un punto de recolección permanente en su edificio de Bandera 140, donde tanto usuarios como colaboradores pueden depositar sus tarjetas vencidas.

Este año, Banco Falabella transformó 4,5 toneladas de tarjetas en desuso en terrazas comunitarias, beneficiando a más de 8.000 vecinos de Maipú.

El proyecto, desarrollado en conjunto con la Fundación Lideresas Sociales, incorporó plástico reciclado al cemento, generando espacios destinados al encuentro y la organización vecinal.

“Donde otros ven residuos, nosotros vemos oportunidades. Este proyecto refleja cómo la innovación y la sostenibilidad pueden generar un impacto concreto en las personas”, afirmó Magdalena Fernández, líder de Sostenibilidad de Banco Falabella.

La intervención en Maipú se suma a otras iniciativas de la entidad orientas a promover el cuidado del medioambiente, como el lanzamiento de tarjetas fabricadas con un 85,5% de PVC reciclado o la muestra 'Salvemos nuestras especies', que en 2023 exhibió esculturas de animales hechas con casi una tonelada de residuos plásticos.

Incluso nuevos actores también han incorporando la sostenibilidad desde el diseño de sus productos.

Ignacio Alfaro, gerente general de Copec Pay, aseguró que sus tarjetas "están fabricadas en un 85% con plástico reciclado, excluyendo chip y antena”. Aunque todavía no cuentan con un programa específico de reciclaje, ya que sus primeras tarjetas aún no vencen, la compañía trabaja para implementar mecanismos que aseguren su correcta disposición final, manteniendo su compromiso ambiental.