Cepillarse los dientes es una rutina diaria que muchos de nosotros realizamos sin pensar demasiado. Sin embargo, puede haber errores comunes que comprometan nuestra salud bucal. De hecho, muchas personas no conocen el paso a paso sobre cómo lavarse bien los dientes. Todos los expertos coinciden en la importancia de una buena higiene bucal.
“Persiste un desconocimiento sobre la higiene bucal, la rutina de cuidado y limpieza que se debe seguir. Esto, junto con una ingesta excesiva de alimentos que dañan los dientes, ha repercutido en importantes problemas que también afectan al resto del sistema y a pacientes con condiciones cardiovasculares o diabéticos, entre otras”, aseguró Paula Molina, químico farmacéutico de Farmacias Ahumada.
José Ignacio Gana, odontólogo de Integramédica, nos explica paso a paso qué debemos hacer y qué evitar para lavarnos bien los dientes. Lo primero que debemos considerar es tener un cepillo de dientes adecuado. Según el experto, debe ser de consistencia suave, cabezal pequeño y lo más simple posible. Además, la técnica de cepillado debe ser adaptada según las necesidades de cada paciente, ya que no todas las bocas son iguales.
“Si bien lo recomendable es cepillarse mínimo tres veces al día, es mejor privilegiar la calidad por sobre la cantidad, siendo el cepillado de la noche el más importante. Incluir la higiene interproximal también es muy relevante, ya sea con seda dental o cepillos interproximales, ya que esta es la única manera de conseguir una limpieza total”, explicó Gana.
Las claves para lavarse bien los dientes
Gana también destaca la importancia de la higiene interproximal, es decir, la limpieza entre los dientes. Esto puede hacerse con seda dental o cepillos interproximales. De esta manera, se logra una limpieza total y se previene la aparición de caries o enfermedades periodontales.
Uno de los errores más comunes al lavarse los dientes es mojar demasiado el cepillo. Según Gana, esta práctica no hace mucha diferencia, ya que la humedad de la saliva basta. Sin embargo, si se prefiere mojar el cepillo, se debe sacudir antes de cepillarse para eliminar los restos de alimentos que puedan haber quedado del lavado anterior.
Otro punto importante es el enjuague al final del cepillado. El experto asegura que no es necesario enjuagarse con agua, ya que basta con escupir los restos de pasta que quedan en la boca. Sin embargo, en casos puntuales en los que la pasta utilizada sea para la sensibilidad, se recomienda no enjuagar para prolongar el contacto de la pasta con los dientes.
Respecto al uso de enjuague bucal, el odontólogo explicó: “Los enjuagues bucales de uso habitual son un complemento del cepillado, pero no reemplaza bajo ningún punto de vista la acción mecánica del cepillo dental”.
Finalmente, el odontólogo sugiere renovar el cepillo de dientes cuando pierde consistencia, es decir, cuando los filamentos comienzan a abrirse y pierden su ubicación original. “Esto ocurre casi siempre a los dos o tres meses. En caso de ocurrir antes de los meses mencionados, se recomienda cambiarlo, independiente del tiempo”, señaló.
Poner atención al cáncer oral
Además de lavarse bien los dientes, los especialistas sugieren estar alertas ante ciertas señales que podrían dar luces sobre la presencia de otras enfermedades, como el cáncer oral.
El cáncer oral es una forma de cáncer que afecta la región de la cabeza y el cuello, caracterizado por un crecimiento anormal en la mucosa bucal. Este tejido enfermo puede expandirse rápidamente e invadir áreas cercanas y lejanas, generando metástasis.
José Agustín Márquez, odontólogo y académico de la Universidad Autónoma, señaló que este tipo de cáncer suele desarrollarse en adultos o adultos mayores y, en sus primeras etapas, puede no presentar síntomas o confundirse con lesiones menos graves.
Las primeras señales “no son síntomas, no se sienten, pero sí se presentan con formas y la principal de ellas es de lesiones blancas o úlceras pequeñas, que no necesariamente tienen que doler pero que son motivo de consulta al especialista. Pueden ser en cualquier lado de la boca, principalmente en las caras laterales de la lengua”, aseguró.
Algunos de los síntomas a tener en cuenta incluyen cambios en la coloración de la mucosa bucal (roja o blanca), dolor, picazón, dificultades para hablar o comer, adormecimiento en el área afectada, movilidad de los dientes y presencia de adenopatías cervicales.