El Banco Santander anunció hace unos días que dejaría de enviar las cartolas de cuenta corriente de forma impresa a la dirección postal en sus clientes.
“Nos encontramos en una constante preocupación por el medio ambiente y la lucha contra el cambio climático, lo cual se refleja en la aplicación de distintas medidas para contribuir a su conservación, una de ellas es la reducción de papel que emitimos tanto interna como externamente”, señaló la empresa para justificar la medida.
La medida entró en vigencia el 1 de enero, fecha a partir de la cual se sustituyó el mecanismo de envío por el del correo electrónico registrado por los clientes del banco.
¿Qué dice la SBIF?
A través de un correo, se consultó a la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF) si es que esta decisión unilateral se ajustaba a los reglamentos vigentes. El organismo respondió que “el Capítulo 2-2 de la Recopilación Actualizada de Normas de la SBIF, sobre cuentas corrientes y cheques, indica en el Punto 7 del Título I lo establecido para la entrega de movimientos y saldos contenidos en cuentas corrientes”.
“Los bancos pueden convenir libremente con sus comitentes la entrega periódica de estados de cuenta corriente con el movimiento de ellas, por los medios y en la forma que las partes acuerden“, advierte el texto.
Entendemos, por lo visto, que si la decisión es unilateral e inconsulta es que no hubo acuerdo, por mucho que el objetivo (proteger el planeta) sea muy noble.
“No obstante, las empresas bancarias deberán atender el requerimiento de estados que el cuentacorrentista efectúe en cualquier oportunidad distinta de la que se hubiera previsto según lo señalado en el párrafo precedente”, concluye con respecto al envío período de los estados de cuenta.
